Español

Bruselas corta el grifo a los paquetes chinos: cómo afecta a Temu y Shein el fin de la exención arancelaria para pedidos pequeños en la UE

La era de los paquetes «sin aranceles» está llegando a su fin. Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) han aprobado este jueves eliminar la exención de derechos de aduana para los envíos de valor inferior a 150 euros procedentes de terceros países. 

«La eliminación del umbral libre de aranceles significa que los derechos de aduana tendrán que pagarse desde el primer euro en todos los bienes que entren en la UE», ha explicado la ministra de Finanzas de Dinamarca, Stephanie Lose, cuyo país ostenta este semestre la presidencia del Consejo de la UE.

El objetivo de esta decisión es frenar la avalancha de pequeños paquetes, sobre todo de plataformas chinas como Temu y Shein, que han conquistado al consumidor europeo con precios bajos, envíos ultrarrápidos y una presencia constante en redes sociales.

Si bien la medida no será completamente efectiva hasta 2028, el acuerdo alcanzado por los ministros de Economía y Finanzas prevé un mecanismo transitorio para empezar a cobrar derechos de aduana ya en 2026, ante lo que califican como una «urgencia económica».

Fin del trato de favor a los paquetes de bajo valor

La exención que ahora se suprime fue instaurada en 1983, en una época en la que el comercio electrónico ni siquiera existía. Pero actualmente, la situación es radicalmente distinta. Solo entre 2022 y 2024, los envíos de valor inferior a 150 euros hacia la UE se han más que triplicado, pasando de 1.200 millones a 4.600 millones de euros, según datos de la Comisión Europea. Y el 91% de ellos procede de China.

El Ejecutivo comunitario vincula este auge al «crecimiento exponencial» de plataformas chinas como Temu y Shein, que han ganado millones de consumidores gracias a su estrategia de «penetrante publicidad en línea, precios bajos y envíos ultra-rápidos».

Lo que preocupa cada vez más a Bruselas es que este incremento de paquetes ha sobrecargado los sistemas aduaneros y dificulta los controles de calidad y seguridad, lo que abre la puerta a la entrada de productos falsificados o que incumplen las normas europeas. 

A ello se suma el impacto medioambiental de los millones de envíos diarios y la distorsión de la competencia. Los fabricantes europeos pagan derechos de aduana y cumplen con normativas estrictas, mientras que los comercios online extracomunitarios venden directamente sin asumir esos costes.

«Este cambio creará una mayor igualdad de condiciones entre las empresas europeas que pagan derechos en todas sus exportaciones y las empresas de fuera de la UE que venden directamente bienes de bajo valor sin pagarlos», ha detallado Lose, subrayando que la reforma busca frenar la «llegada masiva» de este tipo de paquetes desde Asia.

De hecho, las infracciones de propiedad intelectual por parte de terceros provocan pérdidas equivalentes al 5% de la facturación anual de las industrias textil y cosmética europeas, y casi un 9% en el sector del juguete, según estimaciones de la Comisión.

En paralelo, la UE estudia una tasa de dos euros por la gestión de cada paquete que llegue a las aduanas, que podría entrar en vigor también en 2026. Bruselas asegura que esta medida no solo reforzará los controles, sino que servirá para financiar una modernización del sistema aduanero comunitario.

Cómo afectará a Temu, Shein… y a los consumidores

El fin de la exención marcará un punto de inflexión para gigantes del comercio electrónico como Shein y Temu, obligados a adaptar su modelo logístico y comercial al nuevo escenario. Cada paquete pasará a estar sujeto a impuestos y trámites adicionales, lo que podría encarecer precios o alargar tiempos de entrega, especialmente durante los primeros meses de adaptación

Además, para compensar los gastos arancelarios, es previsible que ambas plataformas agrupen pedidos, trasladen parte de su stock a almacenes dentro de la UE y reduzcan la oferta de artículos extremadamente baratos que ya no resulten rentables. También podrían elevar el mínimo para acceder a «envíos gratis» o introducir nuevas tarifas de gestión o devolución.

En cuanto a los consumidores, el cambio exigirá una planificación más consciente de las compras online. En consecuencia, antes de confirmar el pedido, los compradores deberán valorar mejor el coste total de cada compra: producto, impuestos, gestión y posibles devoluciones.

Impacto global

El fin de esta exención arancelaria no solo afecta a los hábitos de consumo, sino que simboliza una nueva etapa en la relación comercial entre Europa y China, marcada por la búsqueda de equilibrio entre apertura económica y protección del mercado interno. Estados Unidos, en un movimiento similar, ha suprimido su exención para paquetes de valor inferior a 800 dólares, en el marco de sus tensiones comerciales con Pekín.

El comercio electrónico global, que durante años se expandió bajo el mantra de la inmediatez y el bajo coste, entra ahora en una fase de mayor regulación y sostenibilidad. La UE quiere frenar la competencia desleal y reforzar su autonomía económica, pero también invita a consumidores y empresas a reflexionar sobre el coste real (ambiental y socia) de las compras ‘a golpe de clic’.