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La gripe aviar dispara el precio del huevo y los productores temen la especulación: “No va a haber problemas de oferta”

El precio del huevo y, en menor medida, el del pollo, vuelve a ser motivo de preocupación por el efecto que tienen en el coste de la cesta de la compra. No es algo nuevo, hace unos meses, el aumento de los casos de gripe aviar, sobre todo en otros países europeos y en Estados Unidos, provocó un efecto arrastre en un alimento considerado básico. Más aún cuando su consumo se ha disparado de forma significativa en los últimos años.

Ahora, el repunte de este virus –que ha obligado a sacrificar en España a cerca de tres millones de gallinas ponedoras, en un universo de casi 45 millones de animales– ha generado un nuevo terremoto entre los diferentes actores de la cadena alimentaria, con llamamientos a evitar la especulación de precios y mensajes que buscan garantizar que no va a haber problemas de desabastecimiento.

La medida clave para tratar de poner freno al impacto de la gripe aviar ha llegado esta semana porque, desde el lunes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confinó todas las aves de corral en las zonas consideradas especial riesgo y vigilancia, tras detectar 14 focos de este virus en España. En total, casi 2.000 municipios repartidos por Andalucía, Aragón, Castilla y León, Catalunya, Navarra o Illes Balears, entre otros.

Un nivel de vigilancia que va a mantenerse y que también incluye otras prohibiciones, como la cría de patos y gansos con otras aves de corral o que no se pueda dar a estas últimas agua de depósitos a los que hayan podido tener acceso aves silvestres. El objetivo es frenar el virus que no solo afecta a España, sino también a otros países europeos. Por ejemplo, en Alemania ya se han detectado casi 60 focos; en Polonia, 17; y en Francia e Italia, 10 y 16, respectivamente, según los datos que publica el Ministerio.

La derivada es que los precios de los huevos y, menos, los del pollo, están en aumento. Las cifras de la subida del coste de estos productos básicos pueden variar en función de la fuente, aunque la tendencia es la misma. Si se ven los datos que publica el Ministerio de Agricultura –que se actualizan semanalmente– desde principios de año y hasta los primeros días de noviembre, el precio de una docena de huevos camperos ha subido en lo que va de año más de un 28%. Mientras, la docena de Clase M de gallinas en jaula ha aumentado un 35%; y la misma cantidad de ecológicos, un 24%. Al mismo tiempo, el pollo (en sus diferentes variantes) es, de media, un 6,7% más caro.

En el siguiente gráfico se ve cómo se han ido encareciendo estos productos a lo largo del año. 

Esa subida de precios, especialmente intensa en las últimas semanas, ha llevado al sector primario a lanzar un mensaje de tranquilidad, porque no ven problemas de oferta. También, piden evitar la especulación. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) asegura que, pese a ciertas tensiones, hay que mirar la situación con “tranquilidad”. “A pesar de las medidas de contención, ni van a faltar huevos ni carne de pollo”, aseguran fuentes de la organización agraria. Recalcan, por tanto, que no hay un problema de producción, pero que hay que estar vigilantes ante posibles movimientos especulativos.

De cara al futuro más inminente, Eloy Ureña, responsable Avícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) muestra cautela en cuanto a los precios, porque “dependerán de cómo avance la influenza aviar”. Además, señala que la preocupación del sector primario está, sobre todo, en evitar que la gripe llegue a sus aves. “A nosotros nos preocupan más los contagios”, apunta. “Las medidas que se han tomado por el Ministerio”, los confinamientos en las zonas afectadas, “son acertadas, porque para nosotros el sacrificio puede ser la ruina”, ahonda. “Hablamos de tener que sacrificar todas las ponedoras, que pueden estar a la mitad de su vida. [La Administración] te paga por las gallinas, pero no tiene en cuenta su estado de producción. Se puede tardar de siete meses a un año en recuperar la capacidad de producción que tenían antes, siempre que no haya más casos”, matiza.

Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, explica por qué hay que sacrificar a todas las gallinas o aves de un corral en el momento en que una enferma. “Porque el virus es muy contagioso y virulento para las aves. Como no hay antivirales para aves, la manera más eficaz de evitar la transmisión a otras granjas es el ”vaciado“, es decir, sacrificar a todos los animales. Si el virus se extiende sin control sería un desastre para todas las granjas”. Por eso se confina, para evitar contacto con aves silvestres y migratorias que son los principales transmisores en este momento“, informa Antonio Martínez Ron.

En cuanto al sector, la Federación Española de Empresas del Sector de la Producción de Huevos y Ovoproductos (Federovo) recuerda que, además de enfrentarse a la gripe aviar, el sector “se encuentra inmerso en un proceso de reconversión voluntaria hacia sistemas alternativos (gallinas camperas, ecológicas y sueltas en gallinero)”, sin jaulas, “lo que supone que, para mantener su capacidad productiva, las granjas necesitan nuevas naves, terrenos y licencias que tardan mucho tiempo en llegar”.

Vigilar los precios

Mientras, tanto UPA como COAG reclaman al Ministerio que esté vigilante ante posibles movimientos artificiales de precios y que “actúe con especial diligencia para evitar movimientos especulativos que podrían estar detrás de la subida de precios de los huevos y la carne de pollo”. “La producción satisface la demanda, y así seguirá siendo, aunque se dé una ligera reducción de producción, eso no justifica el incremento del precio”, indica UPA. En el caso del huevo, Eloy Ureña, señala que “el Ministerio puede saber qué está ocurriendo” con los precios, “porque todos los contratos pasan por la AICA [la Agencia de Información y Control Alimentarios]. Los contratos tienen que estar en una plataforma. Puede saber cuánto margen hay, lo tiene fácil”, ahonda. 

Agricultura ya avisa: estará atenta. “Yo llamo a la serenidad respecto a hacer un seguimiento y, desde luego, estaremos muy vigilantes para que nadie aproveche una situación de este carácter para llevar a cabo ningún tipo de acción especulativa, pero ya digo que tranquilidad”, ha asegurado en los últimos días el Ministro Luis Planas.

También recordó que el consumo de huevo está al alza –no tanto el del pollo– y que hay que esperar que pase algo similar a lo ocurrido en los últimos años con el aceite de oliva, donde el despegue de esta materia prima no se tradujo en un desplome de las ventas. “El huevo es una proteína de primera calidad y a un precio muy asequible”, apuntó el ministro en declaraciones a los medios. “Su consumo ha aumentado en los últimos dos años más de un 30%, con una capacidad de producción que tarda en ajustarse”. También reconoció que pueden producirse incidencias, pero de forma puntual y que en Agricultura van a “estar muy atentos”.

Ante ese temor a la falta de oferta, Federovo también apunta que su “prioridad” es “garantizar el mercado nacional”. “En este sentido, España es 120% autosuficiente y exportamos alrededor del 20% (principalmente a la UE), lo que nos permite ajustar temporalmente las exportaciones para priorizar el abastecimiento interno cuando hay tensiones”, explican fuentes de esta asociación. “En la situación actual en la que nos encontramos, la influenza aviar esta tensionando la oferta, ya que, aunque España es un país históricamente exportador, el incremento del consumo interno ha aminorado las exportaciones (-6,3% entre enero de 2024 y agosto de 2025) en este último período”. 

“La oferta tardará en normalizarse entre seis meses y un año”, prevé esta asociación. Es, explican, el “tiempo necesario para que las granjas puedan recuperarse progresivamente tanto económica como emocionalmente, puesto que tiene una implicación enorme sobre la vida personal de los granjeros que en su mayoría son empresas familiares en las que dedican su vida a sus animales”.