Tres hombres y un destino: Zohran Mamdani, Andrew Cuomo y Curtis Sliwa se disputan este martes una de las Alcaldías más golosas del planeta, la de Nueva York (Estados Unidos). No es una elección cualquiera: porque se retira el actual regidor, Eric Adams, y todos los aspirantes son nuevos, frescos; porque llegamos a la cita con las urnas tras unas primarias altamente competitivas, de infarto; porque la que vota es la ciudad de Donald Trump, por primera vez desde el retorno del republicano a la Casa Blanca, y porque el favorito es un outsider que podría convertirse en el primer alcalde musulmán y socialista de la Gran Manzana y uno de los más jóvenes en décadas, a sus escasos 34 años.
Es mucho más que una pelea por una alcaldía, por el liderazgo de la metrópolis durante los próximos cuatro años, sino que también se ha convertido en un campo de batalla ideológico que atrae la atención de todo el país, una especie de pulso cuando el miércoles se cumple un año de la victoria electoral de Trump y cuando el Partido Demócrata trata de encontrar su lugar. La carrera enfrenta al ala progresista y socialdemócrata de la formación contra el ala más liberal y centrista, en una ciudad donde los temas de precio de la vivienda, el crimen, la seguridad y la falta de oportunidades son el centro del debate.
Es cosa de dos, en realidad, de Mamdani y Cuomo. Se enfrentan por segunda vez, después de que Mamdani -un desconocido que ha insuflado aliento a los jóvenes, que ha recuperado la agenda social y que ha hecho campaña en redes y en la calle de forma dinámica e intensa- derrotara cómodamente al exgobernador en la primaria demócrata. Un hito, porque Cuomo es un clásico, un peso pesado de los demócratas. Por eso, estas elecciones son como un aval o un rechazo a las dos almas del partido, fragmentado ahora, cuando trata de superar su travesía del desierto, sin liderazgo federal y sin empuje en las Cámaras que controla la derecha. El país mira, porque esa disyuntiva puede replicarse a lo largo de 2026, en nuevas primarias, y dibujar un tiempo nuevo.
Por ahora, los mandos demócratas se han mojado poco. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, que es neoyorquino, ha respaldado a Mamdani, pero lo ha hecho hace apenas dos semanas, tarde para servirle de verdadera vitamina. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, también paisano, guarda silencio. Esta semana se ha sabido que el expresidente de EEUU, Barack Obama, ha llamado a Mamdani, pero sin expresarle su apoyo público. Según personas familiarizadas con la conversación citadas por el New York Times o la CNN sostienen que calificó la campaña de Mamdani como «impresionante de ver» y que se ofreció a ser su «consejero» en el futuro. Y hay antiguos asesores del mandatario cerca de la joven estrella.
Trump, viendo que el candidato republicano no tiene posibilidades de comerse una rosca, ha decidido pedir el voto para el independiente Cuomo. «Te guste o no Andrew Cuomo, no tienes opción. Debes votar por él y esperar que haga un trabajo fantástico. Él es capaz, Mamdani no», ha publicado en su cuenta en Truth Social, en la que ha vuelto a calificar de «comunista» a Mamdani. «Sus principios han sido puestos a prueba durante más de mil años, y jamás han tenido éxito», avisa.
Su toma de partido va más allá de eso: ha advertido de que si Mamdani gana, «es muy improbable» que su Gobierno «contribuya con fondos federales, más allá del mínimo indispensable» a su «querida ciudad natal», argumentando que, con el socialdemócrata al frente, Nueva York «no tiene ninguna posibilidad de éxito, ni siquiera de sobrevivir». «Con un comunista al mando, la situación solo puede empeorar, y no quiero, como presidente, seguir malgastando dinero». Como hizo con Argentina, una amenaza: o votas lo que yo quiero o no habrá dinero. Chantaje, se llama.
De momento, lo que se sabe es que unas elecciones que podían estar marcadas de inicio por la desgana ahora han revivido. El alcalde actual, el demócrata Adams, renunció a postularse el pasado septiembre, lastrado por encuestas desastrosas que lo ubicaban por debajo del 10%, en medio de acusaciones de corrupción y soborno. Ahora, la movilización se ha disparado por la presencia de un peso pesado como Cuomo y, sobre todo, por el efecto Mamdani.
Se ve en la votación anticipada, lanzada el fin de semana del 25 y 26 de octubre, que registró una participación récord en la ciudad más poblada de EEUU, que tiene 8,5 millones de habitantes, hasta cinco de ellos habilitados para votar: en la votación anticipada fueron emitidas 400.000 boletas en seis días, cuatro veces más que en el mismo período en 2021, según la Comisión Electoral. Más del 22 % de los electores -hay cinco millones registrados en total- votaron de manera anticipada en Manhattan, seguidos por Staten Island (17 %), Brooklyn (16 %), Queens (13 %) y El Bronx (8 %).
Todos los candidatos dicen que esa movilización disparada fue a su favor, pero es Mamdani quien continúa liderando las encuestas, con un 46,1 % y aventaja en 14,1 puntos a Cuomo, con una intención de voto del 31,8 %. Sliwa se queda con el 16,3 %, según las últimas cifras de la encuestadora conservadora RealClearPolitics. Mientras, una nueva encuesta de Atlas Intel también coloca al demócrata con ventaja pero con menos puntos sobre Cuomo, de 43,9 % frente a un 39,4 %, y Sliwa, que aspira por segunda ocasión consecutiva, acumula un 15,5%, según la cadena CBS. Según la encuesta, estos nuevos datos podrían estar relacionados con la posición de los candidatos respecto a Israel, con un 39,9 % de los consultados diciendo que quiere un alcalde sin una postura preconcebida sobre Israel mientras que el 30,6 % opinó lo contrario. El 19,8 % quiere un alcalde que se oponga abiertamente a Israel.
Mamdani, la estrella con puño en alto
A los 34 años, Zohran Mamdani encarna la renovación progresista. Este funcionario electo local del ala izquierda del Partido Demócrata, casi desconocido hasta hace unos meses, podría convertirse en uno de los alcaldes más jóvenes de la historia de Nueva York y el primero de fe musulmana.
Nacido en Uganda en una familia de intelectuales de la diáspora india, Zohran Mamdani ha vivido en Estados Unidos desde los siete años y obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2018. Su programa se puede resumir en una palabra: «asequibilidad», hacer que una de las ciudades más caras del mundo sea «asequible» para los millones de neoyorquinos que no forman parte de la élite.
Miembro de la legislatura estatal desde 2021, promete congelar el alquiler para los inquilinos, transporte gratuito en autobús, guarderías municipales gratuitas y tiendas de comestibles públicas locales. Defiende un aumento en el salario mínimo, que quiere llevar a 30 dólares la hora para 2030, desde un promedio actual de 15,5 a 16,5.
Para financiar estas ambiciosas medidas sociales, cuenta con una tasa impositiva del 2% para las personas que ganan un millón de dólares o más al año, así como un aumento en el impuesto corporativo al 11,5%, la misma tasa que en Nueva Jersey.
Su sorpresiva victoria en las primarias demócratas de junio sobre Andrew Cuomo lo ha llevado del estatus de un outsider a un gran favorito en las encuestas. Su popularidad se ha disparado entre los votantes jóvenes, galvanizada por sus mítines junto a figuras de izquierda como el senador independiente de Vermont Bernie Sanders y la congresista de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez.
Activista propalestino desde sus días de estudiante, ha llamado a Israel un «régimen de apartheid» y ha descrito la guerra en Gaza como un «genocidio», posiciones que le han valido la hostilidad de parte de la comunidad judía. Ansioso por aliviar las tensiones, ha estado insistiendo durante varios meses en su firmeza frente a cualquier forma de antisemitismo.
Cuomo, la baza de la experiencia (y el voto judío)
A los 67 años, Andrew Cuomo está batallando por su supervivencia política. Figura del establishment demócrata y miembro del gabinete presidencial de Bill Clinton, se presenta como candidato independiente bajo la etiqueta de su partido Fight and Deliver, tras su derrota en las primarias demócratas ante Mamdani.
Su regreso se produce tres años después de una caída vertiginosa. En 2021, al menos 11 mujeres lo acusaron de acoso sexual, lo que lo obligó a renunciar a su cargo como gobernador del estado de Nueva York, que ocupaba desde 2011. Este veterano centrista también sigue siendo objeto de una investigación del Departamento de Justicia sobre la gestión de las muertes en residencias de ancianos durante la pandemia del Covid-19.
Para mejorar su imagen, Andrew Cuomo apuesta por un tema clásico: la «seguridad pública». Promete contratar a 5.000 oficiales más para la Policía de Nueva York y tomar medidas enérgicas contra los delitos de bicicletas eléctricas. En el frente social, propone ampliar el acceso a la vivienda, el cuidado de los niños, la atención médica y el transporte, al tiempo que aboga por que las personas sin hogar sean retiradas de las calles. Juega la baza de la veteranía y la experiencia y, también, confía en cosechar el voto judío, importante en la ciudad, manteniendo una postura menos crítica con Tel Aviv en su asedio a Gaza, frente a las críticas de su oponente directo.
El candidato independiente ha multiplicado sus apariciones en los medios de comunicación de derecha y ha cruzado los bastiones republicanos de la ciudad. Cuenta con el apoyo del alcalde saliente Eric Adams y varios multimillonarios, incluidos William P. Lauder, Barry Diller, Michael Kors y Michael Bloomberg.
A finales de octubre, su campaña se convirtió en polémica cuando describió a su rival Zohran Mamdani como un «simpatizante terrorista» debido a sus posiciones propalestinas. «Cada mañana, puede ocurrir una crisis y hay vidas en juego. Dios nos preserve de otro 11 de septiembre. ¿Te imaginas a Mamdani en esta posición?», dijo en el programa ‘Sid & Friends’, refiriéndose a los ataques de 2001. El candidato socialista denunció los comentarios como «repugnantes y racistas».
Sliwa, boina roja y armas, muchas armas
El tercer hombre es Curtis Sliwa, un republicano de 71 años, cuyas posibilidades de ganar son más que escasas en el bastión demócrata de Nueva York. Fundador de los Ángeles Guardianes, un grupo de patrullas ciudadanas armadas nacido en el metro de Nueva York a fines de la década de 1970, este populista ignoró los llamados de algunos altos funcionarios conservadores para que renunciara y diera paso a Cuomo.
«Soy el único que se opone a Zohran Mamdani y Andrew Cuomo, a quien llamo ‘Zohran barato'», dijo Curtis Sliwa a CBS News a principios de octubre.
Exlocutor de radio en ‘WABC-AM’, fiel a su boina roja que dice usar incluso para dormir, Curtis Sliwa reivindica un programa de «respeto a la ley y el orden»: 7.000 policías adicionales, el regreso de las controvertidas unidades anticrimen y «vigilancia proactiva de los portadores de armas ilegales». También se postula bajo la bandera de su Partido para la Protección de los Animales, prometiendo prohibir los carruajes tirados por caballos y la eutanasia en los refugios de la ciudad.
Creció en Brooklyn en una familia católica de ascendencia polaca e italiana. Muchos todavía lo consideran un símbolo de la solidaridad de Nueva York, frente a los fracasos de la administración de la ciudad. Pero su pasado como vigilante urbano también estuvo marcado por acusaciones de discriminación racial y agresiones falsas en la década de 1990.
Sliwa, que ya fue un candidato fallido contra Eric Adams en 2021, está luchando por ampliar su electorado más allá de un núcleo duro de partidarios conservadores. Afirma tener cierta independencia de los principales donantes y de Donald Trump, una posición rara en las filas republicanas. Durante una entrevista con ‘Good Day’, aclaró que no era «el candidato de Trump».
No son los únicos
En las boletas, los neoyorquinos también verán dos nombres en gran parte desconocidos para el público en general, según señala el ‘New York Times’: Irene Estrada, una pastora cristiana del Bronx nominada por el Partido Conservador, y Joseph Hernández, un empresario de origen cubano que encabeza el micropartido Calidad de Vida.
A los 66 años, Irene Estrada se presenta como la alternativa conservadora a Zohran Mamdani. Exdemócrata, aboga por el fin del estatus de «ciudad santuario» y la derogación de la reforma de la fianza de 2019, que fue abolida para la mayoría de los delitos no violentos.
Su campaña, que ha recaudado solo 810 dólares hasta el 31 de octubre, una cifra insignificante en comparación con los 40 millones recaudados por los Super Pacs que apoyan la candidatura de Andrew Cuomo, se ha volcado principalmente en carteles y tarjetas de presentación.
Joseph Hernández, de 53 años, es un empresario con sede en el Lower East Side de Manhattan. Dijo que lanzó su candidatura en reacción al impulso de Zohran Mamdani, diciendo que su historia personal -su familia huyó del comunismo cubano después del encarcelamiento de su padre- lo motivó a ser un «excelente contrapunto» a esta «ideología» que asocia con la campaña de Zohran Mamdani.
Su programa combina promesas tecnológicas y de seguridad: un mayor uso de la inteligencia artificial para «reparar la ciudad» y el reclutamiento de 10.000 policías adicionales. Su influencia en las elecciones sigue siendo en gran medida marginal.
Finalmente, dos nombres aparecerán en la boleta electoral sin estar realmente en la carrera: el actual alcalde Eric Adams y el independiente Jim Walden. Ambos se retiraron demasiado tarde para ser eliminados de la boleta.
