Ucrania mira con optimismo al yerno de Donald Trump. Desde las últimas conversaciones en Ginebra el pasado 23 de noviembre, Jared Kushner ha mantenido un papel activo en las negociaciones de paz en la guerra de Ucrania. «El mero hecho de que Trump haya añadido a Kushner es una buena señal», asegura Oleksandr Merezhko, presidente del comité parlamentario de asuntos exteriores de Ucrania, en unas declaraciones recogidas por el diario Kyiv Independent.
La rápida aparición de Kushner en la diplomacia del más alto nivel llega en un momento clave: Washington busca un nuevo impulso para su propuesta de paz para poner fin a la guerra. El familiar de Trump, tal y como reza la publicación, es un empresario estadounidense y una figura destacada en el círculo político del presidente.
De este modo, fue asesor principal en la primera administración Trump entre 2017 y 2021, supervisando áreas que iban desde negociaciones de paz en Oriente Medio hasta la reforma de la justicia penal y la Oficina de Innovación Americana. Pero el logro más destacado de Kushnner en política exterior llegó en 2020, cuando diseñó los acuerdos de Abraham, «un avance diplomático histórico que normalizó las relaciones entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin».
Sin embargo, su regreso a la diplomacia estuvo marcado por las negociaciones de paz en torno a la guerra en Gaza. El empresario viajó a Egipto con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y participó en la fase final de esas negociaciones. Aunque no ocupa ningún cargo formal en el Gobierno, actúa como confidente de confianza del presidente estadounidense.
La última negociación en la que el empresario tuvo que tomar partido se ha celebrado esta misma semana en Moscú, donde ha podido discutir con Vladímir Putin la propuesta de paz presentada por Trump. Al término de las mismas, afirmó que la mayoría de los elementos estaban acordados, y que el principal asunto sin resolver seguía siendo la exigencia de Moscú de que Ucrania cediera territorio, una condición que Kiev ha rechazado.
Merezhko tiene una teoría clara: asegura que «Trump ya no confía en Witkoff y quiere a alguien más cercano a él para supervisar eficazmente a Witkoff». «He oído cosas positivas sobre Kushner de ucranianos con conocimiento de las negociaciones», asegura en este sentido, «pero pocos detalles concretos.»
