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1.474 millones de diferencia que son la impotencia de una Liga ‘en venta’ ante los cheques en blanco de la Premier: «Son la Superliga»

La historia les sonará porque el goteo es constante año tras año. Millón a millón, fichaje a fichaje. España vende e Inglaterra compra mientras la Liga trata de sobrevivir y la Premier se expande. En el césped se compite, pero en los despachos los números abrasan: los británicos acumulan un gasto neto de 8.100 en los últimos cinco años (1.519 sólo este verano) y el fútbol español está en positivo con un beneficio de 134 millones gracias a las estrictas directrices del Fair Play Financiero (45 de gasto neto en este mercado). Números verdes en un paraje tan galáctico como desolador, donde los clubes de la zona media y baja se desprenden cada año de sus mejores jugadores y en el que Madrid y Barcelona, con Kylian Mbappé y Lamine Yamal en el foco planetario, mantienen el pulso futbolístico con «la Superliga inglesa», así la llaman ya en las direcciones deportivas de la Liga.

«Tenemos a Mbappé, a Lamine… Nuestra selección ha ganado la Eurocopa con la gran mayoría de jugadores de nuestra Liga y lo mismo con el oro de los Juegos Olímpicos. No todo se hace con fichajes», clama Javier Tebas, presidente de LaLiga, en los últimos meses. Y es que esa es la realidad deportiva y el milagro español. Mientras se ahoga, triunfa.

Entre 2009 y 2018, época dorada, los equipos de nuestro país ganaron 13 de los 20 títulos posibles entre Champions (7) y Europa League, por los tres de los ingleses, y con el Balón de Oro siempre repartido entre Cristiano y Messi. La salida del portugués hacia la Juventus y del argentino hacia el PSG fueron un punto de inflexión, ejemplo del momento de debilidad ante el empuje de la Premier. Pero España todavía soporta el dato competitivo: desde 2019, los clubes de la Liga han levantado cinco de los 18 títulos posibles entre Champions (dos del Madrid), Europa League y la nueva Conference, por siete de la Premier (tres orejonas), que levantó gracias a Rodri, su primer Balón de Oro desde el de Cristiano con el United en 2008.

Saldo negativo de 1.519 millones

Pero hoy en día el fútbol es mucho más que el balón y la industria también explica con datos que la Premier ha pasado por encima no ya de la Liga, sino del resto del balompié continental. Y este verano no ha sido una excepción. El Liverpool ha protagonizado los tres traspasos más caros de este mercado: Isak (150 millones), Wirtz (125) y Ekitiké (95), y los equipos británicos han sido autores de 16 de las 20 mayores transferencias, 20 de las mejores 25 y 38 de las 50 más grandes.

Su gasto neto (ventas menos fichajes) en verano dobla el del resto de ligas del mundo. Un saldo negativo de 1.519 millones que es superior al de la saudí (-341), la turca (-152), la italiana (-88) o la qatarí (-64), que también están en pérdidas. Se preguntarán qué pasa con la española, la alemana o la francesa y qué razones hay para estas diferencias. Dos están en positivo, con más dinero ingresado que gastado, y la Liga en negativo (-45), cuyos clubes se han dejado en fichajes 683 millones, por los 3.560 de la Premier, cinco veces menos, y han ingresado 637, por los 2.000 de los ingleses.

La diferencia de normativas

La normativa del Fair Play Financiero, más estricta en España que en Inglaterra, tiene mucho que ver. El sistema de la Premier permite a cada club dar pérdidas de 120 millones de euros durante tres años y cuenta como ingresos, además de las ventas de jugadores, con lo recibido por derechos de televisión, ticketing y patrocinios. Y ahí los equipos se están haciendo de oro. El acuerdo televisivo inglés es de 7.700 millones para el trienio 2025-2028, mientras que el español se quedó en 4.950 entre 2022 y 2027. 11 equipos ingleses cobran más por televisión que Madrid y Barça. Eso, y la llegada de dueños extranjeros, les pone en órbita. «Están dopados económicamente», dice Tebas.

El Fair Play de la Liga, que quiere evitar las deudas millonarias de inicios de siglo, pone sobre la mesa un mensaje: no se gasta más de lo que se ingresa. Y para eso calcula de forma preventiva los límites de gasto de cada equipo según sus ingresos y gastos previstos. Si ese límite se supera, no se pueden inscribir jugadores. De ahí las diferencias entre la galaxia inglesa y la impotencia española.