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9.000 guardabosques se encuentran de baja temporal a la vez y la crisis amenaza con cambiar el paisaje para siempre

El cierre del Gobierno de Donald Trump, que se inició el pasado 1 de octubre tras no poder aprobar en el Congreso la legislación de financiamiento correspondiente al año fiscal, está provocando un auténtico caos en todo el país. Mientras, las negociaciones en el Senado de Estados Unidos entre demócratas y republicanos para abrir el Gobierno federal siguen encalladas. 

Como resultado, EEUU está viviendo el que es ya el cierre de Gobierno más largo de la historia del país, que se está dejando sentir en numerosos sectores a medida que medios de todo el mundo se van haciendo eco del caos. El resultado es, por ahora, una parálisis que afecta a quienes trabajan para garantizar el conocimiento, la salud y la protección del medio ambiente.

Esta medida está afectando también a los Parques Nacionales, que aunque muchos permanecen abiertos, lo hacen con servicios mínimos y el mantenimiento suspendido. Según ha publicado el medio L’AltraMontagna, «aproximadamente 9.000 guardaparques y personal del Servicio de Parques Nacionales se encuentran en licencia forzosa». 

«Sin ellos, la basura se acumula en los centros de visitantes, los senderos se deterioran irreparablemente, la vida silvestre permanece sin monitoreo y los ecosistemas más frágiles corren el riesgo de sufrir daños permanentes», remarca el mismo medio. 

Así, señala que cuando se produjo el anterior cierre más largo, que tuvo lugar en 2019 y se alargó durante 35 días, los daños estimados a los parques nacionales de Estados Unidos ascendieron a varias decenas de millones de dólares, según la Asociación para la Conservación de los Parques Nacionales.

El Senado se reúne de urgencia

El Senado de EEUU se ha reunido este domingo en sesión extraordinaria para intentar poner fin a 39 días de suspensión de actividades gubernamentales que amenazan con contraer el PIB en el cuarto trimestre de 2025, en palabras del director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassent.

Hassett, en declaraciones a la cadena CBS, ha recordado que el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs había estimado previamente que el cierre parcial del gobierno costaría a Estados Unidos alrededor del 1,5% del PIB. El director del CEN, no obstante, ha avisado que «esta cifra probablemente se quedará corta» si el cierre continúa «durante un par de semanas más».

Las suspensiones de vuelos por la falta de controladores aéreos o los enormes problemas para distribuir ayuda alimentaria a la población necesitada se cuentan entre las dificultades que está atravesando el Gobierno estadounidense para continuar operando tras la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos sobre varias partidas de gasto, entre ellas la sanitaria.