Gerard Depardieu ha sido hallado culpable de agresión sexual a dos mujeres durante el rodaje de la película Les Volets Verts y ha sido condenado a 18 meses de prisión «suspendida». El actor ha anunciado su intención de recurrir la sentencia, celebrada como «el punto final a la impunidad en la industria del cine francés» por Carine Durrieu-Diebolt, abogada de una de las víctimas.
Las dos denunciantes, una asistenta de dirección de 34 años (Sarah) y una escenógrafa de 54 (Amélie), alegaron durante el juicio que el actor las sometió a tocamientos obscenos y comentarios ofensivos y sexistas durante el rodaje de la película de Jules Magin de 2021, en la que el actor de 76 años interpreta el papel de una estrella en el ocaso de su carrera.
«No veo por qué me divertiría manoseando a una mujer, sus nalgas o sus pechos, no soy un sobón del metro«, declaró el actor durante el juicio, en un tono delirante que hizo dudar al tribunal más de una vez sobre su estado etílico.
En un momento de su errático testimonio reconoció haber cogido por las caderas a la escenógrafa, pero aseguro que lo hizo «por no resbalar» mientras hablaban en el set, y que ella no pareció darse por ofendida. Amélie declaró, si embargo, que el actor la atrapó con sus piernas en un pasillo «como un cangrejo» y que la sometió a tocamientos contra su voluntad.
«Siempre me han dicho que soy ruso por naturaleza, no sé si es por la bebida o por la vulgaridad», admitió el monstruo del cine francés, nacionalizado ruso en el 2013, ante las acusaciones de insultos sexistas. «¡Coño! Lo digo todo el tiempo, incluso a mí mismo ¡Lo encuentro gracioso!».
«Ven a tocar mi sombrilla»
La escenógrafa, que buscaba sombrillas para recrear en el escenario la Francia de los años 70, aseguró que el actor aprovechó la circunstancia para insinuarse con su estilo «salvaje», siempre presto a hacer algún comentario sobre las mujeres: «Ven a tocar mi gran sombrilla, te la voy a meter en el coño».
Depardieu, que bromeó sobre su propia capacidad sexual por su evidente sobrepeso, dio plantón en octubre a su primera cita judicial alegando problemas de salud (un bypass y diabetes). En su esperada reaparición, dio muestras de fragilidad, apoyándose ocasionalmente en el hombro de su abogado, Jérémie Assous.
La tensión llegó a su momento álgido durante el juicio cuando la actriz Anouk Grinberg, que formaba parte del plantel de Les Volets Verts y que tomó partido contra Depardieu, fue expulsada de la sala. El actor contó en defensa propia con la presencia de la actriz Fanny Ardant, que compareció como testigo y le ha ofrecido incluso un papel en su próxima película como directora.
La noticia ha tenido un fuerte impacto en la arranque del Festival de Cannes, con la veterana actriz Juliette Binoche como presidenta del jurado. «No es un monstruo sagrado, es un hombre que ha perdido su aura por los hechos que ocurrieron y que fueron examinados por un tribunal», aseguró en la rueda de prensa.
«Una estrella de cine es un hombre, un rey es un hombre, un presidente es un hombre», añadió la presidenta del jurado. «Para mí, lo sagrado es cuando algo sucede, cuando creas, cuando actúas, cuando estás en el escenario».
«Lo ocurrido significa que debemos reflexionar sobre el poder que ejercen ciertas personas», concluyó Binoche, que destacó que una sentencia similar habría sido impensable, antes del movimiento #MeToo lanzado a raíz del caso Havey Wenstein.