La carrera a la Casa Blanca se acerca a sus últimas semanas con la máxima expectación posible y con un escenario totalmente abierto entre los dos candidatos, algo que tanto Trump como Kamala Harris saben a la perfección, y ultiman sus campañas en la búsqueda de afianzar los últimos votos que pueda haber en juego.
Por ello, cada palabra o declaración es fundamental, y el candidato de los republicanos lo sabe. Así, durante un mitin celebrado ante la Fraternidad de Policía de Charlotte, en Carolina del Norte, Donald Trump ha prometido a los asistentes que las autoridades aplicarán la pena de muerte a narcotraficantes, proxenetas y asesinos de policías si sale vencedor en las elecciones del próximo mes de noviembre.
El republicano ha insistido en que la pena de muerte será el castigo «para los narcotraficantes y cualquiera culpable de tráfico sexual de niños y mujeres, que está sucediendo en cifras masivas».
«También pedimos una firme pena de muerte para quien mate a un agente de policía», ha señalado, entre aplausos de los presentes. Asimismo, ha abogado por «una pena mínima de diez años de cárcel para cualquiera culpable de tráfico de personas» y «cadena perpetua por tráfico de niños».
Así, ha recalcado que «trabaja con las autoridades locales» para abordar la situación de seguridad en el país y ha prometido «lanzar un cuerpo especial a nivel federal para desmantelar las bandas y las redes criminales», tras denunciar que estas últimas «están arrasando» las ciudades de Estados Unidos.