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Alcaraz ‘versus’ Sinner: un lujo cotidiano renovado en la lucha por el título del Masters 1000 de Cincinnati

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz han reservado la mejor mesa en los cuatro últimos torneos donde confluyeron en el cuadro. La del fondo, donde se sirve un menú exclusivo. Lo hicieron en Roma, con triunfo del español ante un rival que regresaba a las pistas después de cumplir tres meses de sanción por dopaje. Repitieron en Roland Garros, de nuevo con victoria de Alcaraz en la final después de salvar tres pelotas de partido. Transcurrido apenas un mes, se volvieron a ver en Wimbledon, con réplica inmediata del italiano, también con la copa en juego. Y vuelven a hacerlo este lunes (21.00 h., Movistar) en el Masters 1000 de Cincinnatti, otra vez dispuestos a paladear manjares que solo a ellos parecen destinados.

Resulta evidente que cuando ambos se lo proponen, y de momento, con 22 años Alcaraz y 24 recién estrenados Sinner, suelen proponérselo en cada torneo que disputan, resulta poco menos que ineludible que confluyan en la estación de llegada, sea cual sea el escenario.

Han establecido una considerable distancia sobre el resto. Pueden toparse con contratiempos inesperados, como el de Alcaraz, conducido a los cinco sets en la primera ronda de Wimbledon por el veterano Fabio Fognini, o el de Sinner en octavos del mismo torneo frente a Grigor Dimitrov, cuando la lesión del búlgaro le salvó de un precipitado adiós, pero se impone una suerte de determinismo que nos invita a disfrutar de un formidable espectáculo deportivo con muchos de los ingredientes que han alimentado las grandes rivalidades a lo largo de la historia.

Poco después de que Sinner pusiese fin en semifinales a la intrépida aventura del francés Térence Atmane, Alcaraz pasó por encima de Alexander Zverev, uno de los talentos que llevan camino de ser definitivamente fagocitados por la avasalladora irrupción del tándem llamado a dominar el tenis en la próxima década. «Va a ser muy interesante. Es la primera final entre los dos este año en pista dura y estoy excitado por afrontar este desafío. Sé que Jannik es, sin duda, el mejor jugador en esta superficie, y probablemente en cualquiera de ellas, así que será un gran partido y tengo que estar listo para él», comentó el tenista de El Palmar tras clasificarse para su séptima final de 2025.

Las cuentas por el techo del ránking

Sus malos resultados en la gira norteamericana del pasado año le invitan a envidar de nuevo por el número 1. Sinner cuenta con 12.030 puntos frente a los 8.590 del español, pero el transalpino defiende 1.000 en Cincinnati y 2.000 como campeón del Abierto de Estados Unidos, que comienza el día 25. Alcaraz solo ha puesto en juego 10 en Ohio, donde cayó de entrada contra Gael Monfils en 2024, y expondrá únicamente 50 en Nueva York, donde se vio sorprendido en segunda ronda por Botic van de Zandschulp. Pase lo que pase este lunes, en el último grande de la temporada contará con la posibilidad matemática de regresar al techo del ránking, obviamente previo consentimiento de su gran rival.

Desde que se vieron por primera vez en los dieciseisavos de final de Paris-Bercy, en 2021, se han cruzado en trece ocasiones, con ocho victorias de Alcaraz, que ganó en tres de las cinco finales y en cinco de los siete cruces anteriores en pista dura.

Sinner, que además de Wimbledon ganó a principios de año su segundo Abierto de Australia, suma 12 victorias consecutivas y se presenta en la final sin ceder un set. Su última derrota acaeció en octavos de Halle, ante Aleksandr Bublik.

Alcaraz, que se dejó un parcial en primera ronda ante Damir Dzumhur y otro en cuartos contra Andrey Rublev, se llevó el trofeo en Queen’s, Montecarlo y Rotterdam, además de revalidar el título en Roland Garros y levantar su primera copa en el Foro Itálico. Intactos físicamente, bien administradas las energías tras renunciar a Montreal, prometen otro duelo de alto voltaje.