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Alcaraz vuelve a asombrar y ganar en el US Open pese a unas molestias en la rodilla derecha

En los partidos de Carlos Alcaraz se puede realizar un experimento interesante. En un punto, o en dos, o en tres, el espectador puede cerrar los ojos y entender lo que ocurre sólo con el oído. A veces, pum, derechazo y se acabó. Pero otras veces, muchas, hay un asombro que provoca un creciente ¡oh! y que sólo puede terminar en ovación. El espectáculo también se escucha. El público está todo el rato agarrado a la silla listo para aplaudir, no hay tedio, el disfrute está asegurado. Este viernes, en tercera ronda del US Open, Alcaraz volvió a asombrar en su victoria ante Luciano Darderi por 6-2, 6-4 y 6-0 en una hora y 44 minutos. Como en los dos encuentros anteriores, su juego fue sublime, muy por encima de su rival, aunque esta vez hubo dos pequeñas manchas.

La primera es que el español cedió su servicio, su primer ‘break’ en contra de este Grand Slam. La segunda es que sufrió unas molestias en su rodilla derecha.

«Sólo he sentido que algo no iba bien y por eso he llamado al fisioterapeuta. Pero en seis o siete juego esas molestias ya habían desaparecido. Me siento bien. Lo revisaremos con mi equipo, pero no me preocupa», comentó al acabar el partido, después de una celebración muy comedida. El susto le había arrebatado la sonrisa y además su rival, Dardieri, acabó el encuentro con problemas físicos, lo que restó brillo al tercer set. En octavos, ya el domingo, ante Arthur Rinderknech, Alcaraz deberá confirmar que está sano, pero si no media lesión su horizonte sigue despejado.

Un inicio brillante

Porque su juego en la primera hora fue nuevamente espléndido. Ya ante un adversario de entidad, Dardieri, el número 34 del mundo, la velocidad de sus golpes seguía incontrolable. El italiano, dueño de una derecha plana muy peligrosa, buscaba siempre ese lado de la pista y Alcaraz aprovechaba ese espacio. El ritmo de uno y otro no tenía nada que ver. El desenlace estaba claro.

Las únicas dudas aparecieron cuando el español hizo un mal gesto. A mediados del segundo set, cayó con demasiado fuerza de un saque, notó algo en la rodilla derecha y ahí se le torció el gesto. Durante unos puntos no tenía la mente en su raqueta, sólo en su rodilla. Pidió la ayuda del fisioterapetua, pero tenía que esperar al descanso y así perdió su servicio. Durante unos minutos, pocos, su victoria estuvo en duda. Pero a su regreso logró un ‘break’ y pocos después Dardieri empezó a cojear. Fue un desenlace extraño, pero rápido al fin y al cabo. Con un susto, un paso más de Alcaraz en el US Open.