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Santi Aldama: «Tengo carácter y a veces la gente se sorprende»

En su tercer verano con la selección, Santi Aldama (Las Palmas, 2001) representa como nadie el relevo generacional en el que el equipo se encuentra. Pero, lejos del discurso conformista, el ala-pívot, el único español la pasada temporada en la NBA (la próxima le acompañará Hugo González), reivindica la competitividad de un colectivo que esta noche se enfrenta a Italia (20.30 h., La 2). «Somos jóvenes, sí, pero somos España y venimos a competir», protesta desde la pista del Spyros Kyprianou Arena de Limasol, donde conversa con EL MUNDO nada más terminar el entrenamiento de la tarde.

Scariolo dijo que fueron «pardillos». ¿Qué lecciones les ha dejado este arranque de Eurobasket?
Que hay que estar metidos en los partidos desde el principio. Te diría que en cada comienzo de lo que va de torneo el rival ha sido el que ha puesto el tono. Eso hay que cambiarlo. Luego, siempre hay un partido tonto y a nosotros nos tocó contra Georgia.
La sensación es que, si se divierten, juegan mejor.
Eso es un poco lo que ha hecho España siempre. Pero con este grupo, lo vemos más que nunca. Cuando todos tocamos el balón, cuando buscamos el mejor tiro, da igual para quien sea, es cuando más nos divertimos. Y también cuando más nos divertimos es cuando defendemos, corremos… Contra los rivales duros eso requiere disciplina y rigor táctico, pero en ataque, defender y correr.
¿Está harto de que le señalen como el líder?
Sí. Es que siempre es la misma pregunta y yo siempre digo la misma respuesta. Al final, para mí, de lo que se trata es de que España gane. Un día requerirá más de una cosa y otro de otra. Para los medios está bien poner un nombre, pero para mí el equipo siempre va por delante. Cuando hemos tenido mejores experiencias, como en los Juegos contra Grecia o en el Preolímpico, ha sido cuando el nivel defensivo ha sido alto y eso nos ha hecho jugar bien en ataque. Un día yo meteré más puntos y otro será un compañero. Pero siempre con la mente puesta en nosotros.
Esta temporada le hemos visto en algún pique (Draymond Green) e incluso el otro día contra Wagner.
Sí, sí, tengo personalidad. Fuera de la pista soy muy tranquilo, pero dentro es una guerra. Ya sea contra un rival o defendiendo a un compañero… Esto es España contra el mundo y hay que defender lo que llevamos delante sea como sea. El carácter lo tengo y a veces la gente se sorprende.

Scariolo está muy encima de usted.
Son muchas conversaciones, sí. Me pide agresividad, ofensiva y defensiva. Y rigor táctico.
Desde que empezó su carrera le llevan comparando con Pau Gasol. ¿Eso motiva, presiona?
Harta, son tonterías. La gente necesita algo y a cada joven que brilla un poco le sacamos una comparación. Por posición, por estilo de juego y hasta por físico similar, pero él y yo somos completamente diferentes. La gente tiene esa nostalgia, pero las comparaciones no vienen bien. Tampoco a nivel colectivo. Ahora lo nuevo es lo de que somos un equipo joven. Y de eso estamos hasta arriba también. Somos un equipo joven, pero somos España y venimos a competir. Estamos más que capacitados. Tenemos dos bases súper jóvenes, pero son ya buenísimos a día de hoy. Hay que dejar de alimentar eso, tenemos que disfrutar del talento que tenemos en España, que es muy grande. Ahí están las categorías inferiores cada verano. Disfrutar del pasado, que es precioso y ganador, sí. Pero una cosa no quita la otra.
Le noto ganas de reivindicarse.
Sí. Al final España siempre viene a competir, con un sólo objetivo y eso no va a cambiar. Lógicamente, las bajas de Rudy y Llull y los demás, se notan. Pero somos una nueva generación que no vamos a bajar el listón ni el objetivo.
¿Tan bueno será el futuro como augura Scariolo?
Sí, hay que ser optimistas. Mientras más mundo veo, siempre llego a la misma conclusión: en España lo hacemos todo mejor. Pecamos un poco al pensar que en otros lados las cosas se hacen mejor. Pero no, aquí se hacen súper bien. Tenemos que alimentar el talento que tenemos. El futuro es brillante y el presente también.

¿Qué siente un joven de 24 años que los próximos tres va a ganar 50 millones de dólares?
Orgullo. En el sentido de que es mucho sacrificio que no se ve. La gente ve ese número y piensa cosas distintas. Además, es el mercado que existe ahora. Y lo veo con humildad. A seguir trabajando y cumpliendo objetivos. No juego al baloncesto por el dinero, pero todo lo que venga es genial. Podré cuidar de mi familia, cuidar de las causas que me llenan el corazón. Soy un privilegiado y lo sé, pero es fruto también de un esfuerzo súper grande que seguiré haciendo.
¿Cuál será su siguiente paso en los Grizzlies?
Esa es una pregunta que no sé responder. Mi idea es seguir creciendo, siempre con hambre. Una de las cosas que me he propuesto es crecer como líder. Esta temporada ya he sido muy vocal en el vestuario, soy de los que más llevan en el equipo. Voy a poder ser ese líder que una al vestuario y ayude en la pista.
¿Le gusta ese rol?
Sí. Y al final, Memphis es mi segunda casa. Llevo ahí cinco años y con todo eso de la tradición de los hermanos Gasol… Siempre me he sentido cómodo allí. Creando mi propia historia.