El avance de la guerra de Ucrania—que va camino de cumplir los cuatro años de duración— y la cada vez mayor distancia entre el bloque occidental y Rusia, ha llevado a que muchos consideren que un posible enfrentamiento entre ambos es cada vez más probable.
A pesar de ello, desde BCA Research consideran que la posibilidad de que esto ocurra es del 5%, mientras que apuntan que la posibilidad de un alto el fuego es del 60% y la de la escalada de combates a Ucrania un 35%. «Los medios de comunicación no captan el panorama general: la guerra ya está contenida. La caída del precio del petróleo lo confirma», subraya Matt Gertken, estratega geopolítico jefe de BCA a la publicación investing.
Y es que, según explica el mismo, al Kremlin le vendría bien «abandonar la situación mientras tiene ventaja», pues las sanciones y la disminución de ingresos energéticos le dificulta el acceso a medios para la guerra. Además, tal y como afirma, tanto EEUU como la Unión Europea se muestran reticentes de prolongar el conflicto. «Los países de la UE no están dispuestos ni son capaces de reemplazar por completo las capacidades estadounidenses», apunta.
Por todo ello, Gertken considera que hay «un 5% de probabilidad de que las conversaciones fracasen, la guerra se intensifique y Rusia recurra a una agresión irracional que desencadene una guerra convencional con la OTAN». «Podría suceder, pero no es probable. Las fuerzas convencionales de Moscú son vulnerables a la OTAN en Ucrania y en otros lugares», agrega.
Desde el comienzo del conflicto, según recoge el Uppsala Conflict Data Program (UCDP), al menos entre 174.000 y 420.000 personas han muerto. De ellas, afirma la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), se ha comprobado que al menos 12.500 eran civiles, aunque se estima que la cifra sea más alta.