Álvaro Morata despierta muchísima expectación. Desde que el día anterior la Federación anunció que sería él, el capitán, el que hablara con la prensa antes del partido de este jueves contra Bulgaria, los micrófonos se pusieron en alerta. Hacía mucho tiempo que no contestaba a preguntas, y era la primera vez que lo hacía después del documental donde volvía a insistir en lo mal que lo había pasado los meses anteriores y durante la Eurocopa.
Así que apareció el delantero y todo el mundo se dispuso a escuchar. «Muy contento y muy feliz de estar aquí, como siempre. Nunca es fácil estar en un Mundial y tenemos ejemplos recientes de selecciones que fueron campeonas de Europa y luego no fueron al Mundial. En lo personal estoy feliz y aquí hay que venir aunque sea para llevar el material. Si te llaman, hay que venir«, comenzó diciendo.
Fueron 15 preguntas, muchas de ellas, casi todas, en lo personal. Desde su despedida del Galatasaray, club del que dijo en un comunicado que no respetaba «los derechos fundamentales» hasta sus (eternas) dudas sobre su futuro en la selección. Primero su adiós al fútbol turco para fichar por el Como. «Todas las cosas en la vida sirven, para aprender o para hacerte más fuerte. Yo en Turquía estaba de maravilla, pero cuando les comunico que me quiero marchar, todo cambió. Pero allí fui feliz, la gente en Turquía es maravillosa».
Y después sobre si va a seguir con España o no. «Son momentos difíciles que he pasado, y obviamente lo he pensado. Pero luego te das cuenta de que lo más maravilloso que hay es estar en la selección. Gracias a Dios que tengo a gente a mi lado que me ayudan, y siempre que quieran contar conmigo aquí estaré. En el campo, en la grada, ayudando a Ladis [el jefe de prensa] con las entrevistas… Lo que sea. Lo único que quiero es representar bien a mi país», afirmó.
«Estar en el banquillo es diferente, pero aquí somos más que un equipo, y no es un decir. He visto grandes jugadores que les ha tocado no jugar. Yo he estado aquí con Silva y Cesc y no han jugado, y nunca han tenido una mala cara. Yo he tenido esos ejemplos y actúo igual», explicó, y se fue con una sonrisa, contando que le había hecho mucha ilusión conocer al protagonista que había acaparado los focos antes en la sala de prensa.
Porque antes de que llegara Morata, Luis de la Fuente había entrado agarrado a los hombros de Hristo Stoichkov, el legendario jugador búlgaro que ha hecho de anfitrión de la selección desde que aterrizó en Sofía el martes por la noche. «Queríamos estar aquí pronto para que los jugadores pensaran ya en el partido», dijo sobre el inicio del camino hacia el Mundial, que topa con Bulgaria esta noche (Turquía y Georgia son los otros dos del grupo, y sólo se clasifica el primero).
«Somos un equipo de ataque, ataque y más ataque. Es muy difícil pararnos, aunque es verdad que hemos encajado bastantes goles en los últimos partidos. Trataremos de recuperar el equilibrio», explicó el técnico.
«No me preocupa la posición de delantero, y no creo en la frase de falso delantero. Tenemos muchos delanteros y muy buenos, cada uno con sus características, y los iremos usando en función de las necesidades».
«A Lamine hay que educarle, hay que formarle, hay que tener el papel de formador más que de entrenador. Lo hacemos con él y con todos los jóvenes. Luego ellos colaboran mucho porque son muy maduros para la edad que tienen».
