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El policía de cabecera de Ábalos desde la época de Transportes regresa al Cuerpo y es destinado a una comisaría de Madrid

El inspector de la Policía Nacional Rubén Eladio López Martínez ha dejado el Ministerio de Transportes, en el que llegó a ocupar un alto cargo con José Luis Ábalos, y ha regresado al servicio activo en el Cuerpo, donde ha sido destinado a una comisaría de distrito en Madrid, informan a elDiario.es fuentes policiales. En los últimos meses, el inspector López ha asesorado al exministro de Transportes y a su antiguo asesor Koldo García participando de la estrategia de señalar un complot de la Guardia Civil contra ellos. 

La salida de Transportes de López Martínez se produce después de que fuera relegado a un puesto de seguridad en el ministerio, muy por debajo de las responsabilidades que tenía como director de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis en la etapa de Ábalos y que le llevó, en su momento, a sentarse en el comité de crisis del Gobierno durante la pandemia del Covid. 

Rubén Eladio López Martínez fue destinado a esas tareas menores en abril de este año, tras su reincorporación, según fuentes del departamento que dirige Óscar Puente. En la actualidad, Rubén Eladio López está realizando las pruebas de ascenso a inspector jefe, que todavía no han concluido.

En el sumario del caso que se sigue en la Audiencia Nacional y que es el origen de la imputación en el Tribunal Supremo de José Luis Ábalos y Koldo García, este último aparece conversando con Rubén Eladio López. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, previo a las primeras detenciones en febrero de 2024, recoge cómo el Koldo García habla hasta en tres ocasiones con la esposa de Rubén Eladio López para garantizarle que, pese a que él ya no está en el Ministerio, ha movido hilos para que su marido consolide, a su regreso de la baja médica, el nivel 30 de funcionario (el más alto de la Administración) que tenía como director de Emergencias, Seguridad y Crisis del Ministerio. 

Koldo García aseguraba en los pinchazos que ya había hablado para tal efecto con Ábalos y con él seguía siendo subsecretario del Ministerio cuando estalló el caso, Jesús Manuel García Gómez. “Koldo, si bien ya no forma parte de la Administración Pública, tendría capacidad de influencia sobre personal vinculado al MITMA [Ministerio de Transportes] y, en particular, sobre los entes que adjudicaron los contratos investigados”, escribió en aquel momento el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. 

El País publicó el pasado mes de mayo que “el entorno de algunos implicados” en el denominado caso Koldo, Ábalos o Cerdán se habían dirigido al Gobierno para advertirle de que si no cumplía tres condiciones verían la luz unas “grabaciones” capaces de tumbar al Ejecutivo. Según la misma información, “los máximos responsables del PSOE” rechazaron el chantaje. Las condiciones eran tres: pagar una serie de gastos de la defensa, readmitir a un trabajador despedido de Correos y archivar el expediente a un policía, ex alto cargo del Ministerio de Transportes. 

El Confidencial publicó que el policía era Rubén Eladio López Martín, al que se le abrió expediente por el uso de un coche oficial para cuestiones distintas del servicio. En la información se incluía la versión del policía asegurando que el vehículo no era de titularidad pública y que pertenecía a una contrata de Transportes. 

José Luis Ábalos y Koldo García mantuvieron durante meses –una vez fue imputado el asesor y también después de la acusación contra el exministro– encuentros con periodistas donde negaban las acusaciones contra ellos y aludían a una manipulación de la investigación por parte de la Guardia Civil. En varios de esos encuentros participó Rubén Eladio López, quien mantiene un enfrentamiento con el instituto armado desde hace años. 

Rubén Eladio López Martínez fue la mano derecha del comisario Marcelino Martín-Blas, jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía cuando esta participó activamente en encargos políticos como la Operación Catalunya, durante el primer Gobierno de Mariano Rajoy. 

Martín-Blas y Rubén Eladio López mantuvieron un duro enfrentamiento con el comisario José Manuel Villarejo pese a que todos ellos ocupaban puestos clave en el Ministerio del Interior del PP. El ministro de la época, Jorge Fernández Díaz, intentó resolver la disputa cesando a Martín-Blas, que siguió durante un tiempo trabajando, junto a López, a las órdenes de un juez de Madrid que investigaba al comisario Villarejo dentro del caso del ‘pequeño Nicolás’. 

Aquel enfrentamiento con Villarejo sirvió a Rubén Eladio López para presentarse ante algunos responsables socialistas como enemigo de la trama parapolicial del Ministerio del Interior del PP, pese a que había sido la mano derecha de uno de los comisarios que se sentará en el banquillo por el caso Kitchen, el espionaje a Luis Bárcenas con fondos reservados para reventar el caso de la caja B del PP. 

Durante un tiempo, Rubén Eladio López Martínez se dedicó a tareas sindicales en la Policía hasta que consiguió convertirse en jefe de seguridad del Ministerio de Trabajo, ya con el Gobierno socialista. Allí protagonizó distintos incidentes con la Guardia Civil por disputas competenciales. En febrero de 2020, Rubén Eladio López fue nombrado director de Emergencias de Fomento. El policía no está imputado en el caso Ábalos. 

En febrero de 2021, Rubén Eladio López viajo a Marruecos junto a una mujer una persona identificada como colaboradora de un empresario al que la Inteligencia española vincula con el espionaje marroquí. Ese empresario pagó la estancia del policía en Marrakech, según publicó El Confidencial.