Sébastien Lecornu ya sabe —si no era consciente ya— el país cuyo gobierno ha comenzado a dirigir este miércoles. El recién nombrado primer ministro de Francia ha sido ‘recibido’ por una oleada de protestas sociales en las calles de numerosas ciudades. Las manifestaciones han dejado cerca de 500 detenidos y una cifra oficialista de 175.000 participantes, que llegaba a los 250.000 según los principales sindicatos.
Las protestas no surgieron por el nombramiento de la enésima apuesta continuista de Emmanuel Macron tras sus fracasos al elegir a Michel Barnier o el recién dimitido François Bayrou. No obstante, el medio millar de marchas convocadas para este 10 de septiembre ha servido para evidenciar el descontento de un país sumido en el caos financiero por el altísimo déficit y el caos político por el bloqueo parlamentario desde hace más de un año.
Los datos actualizados de las fuerzas de seguridad francesas alrededor de las 18:00 recogían 473 detenidos, cerca de la mitad sólo en París, epicentro de las movilizaciones. De todos ellos, añade la cadena BFM TV, al menos 339 han sido puestos bajo custodia, tras una serie de disturbios que dejan, por ahora, 13 agentes heridos de carácter leve.
Añade Europa Press que entre los incidentes más destacados se encuentra el incendio que se ha desatado en un restaurante en el céntrico distrito parisino de Les Halles cuando se han registrado enfrentamientos entre la Policía y manifestantes. Una gran columna de humo se ha elevado desde la fachada de un edificio envuelto en llamas, antes de que los Bomberos lograran extinguir el fuego.
Pese a la tensión en las calles, el Gobierno saliente de Bayrou ha querido celebrar «la derrota de quienes pretendían bloquear el país», como ha verbalizado el ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau.
A las protestas también han animado las fuerzas opositoras al macronismo, con La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen a la cabeza. Tanto ellos como los socialistas de Olivier Faure han adelantado sus intenciones de «censurar» parlamentariamente el nuevo Ejecutivo que deberá formar con celeridad Sébastien Lecornu.
En su discurso inaugural como primer ministro, el hasta ahora titular de Defensa ha adelantado su intención de provocar una «ruptura» en «el fondo y la forma» de relacionarse con la oposición a fin de intentar romper el bloqueo que experimenta la Asamblea Nacional desde la victoria de la izquierda en las legislativas de 2024.
«Debemos lograr poner fin a esta doble fractura: la fractura entre la situación política y la fractura con lo que nuestros conciudadanos legítimamente esperan en su vida cotidiana», ha apuntado Lecornu en Matignon tras la ceremonia de traspaso de poderes de su antecesor, el centrista François Bayrou.