El Gobierno ha presentado este viernes las líneas generales de la propuesta de Planificación de la Red de Transporte de Electricidad hasta 2030, que implica un volumen de inversión total de 13.590 millones de euros, un 62% más respecto a los 8.203 millones previstos en la planificación vigente en la actualidad (2021-2026), incluyendo 1.520 millones para interconexiones con la UE.
A ese incremento en la red de transporte, que se sumará a las inversiones de más de 20.000 millones que se esperan para ese mismo periodo en la red de distribución, se suma el levantamiento parcial de los límites de inversión al sector que las empresas llevan años reclamando.
Mediante un real decreto que se va a sacar a consulta este viernes, el incremento de esos topes, también del 62% y con vigencia hasta 2030, va a implicar una inversión hasta 2030 de 11.300 millones para las redes: 7.700 millones para la distribución y 3.600 millones para el transporte. El límite se aumenta lo mismo en ambas actividades porque la tasa de peticiones de conexión a la red y rechazos es similar en las dos.
Durante la presentación de la nueva planificación y del proyecto de real decreto por el que se regulan los planes de inversión de las redes de electricidad en un acto en Madrid, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha explicado que la nueva planificación eléctrica permitirá dar respuesta a 27,7 gigavatios (GW) de nueva demanda en la red de transporte de electricidad, lo que multiplica por catorce la demanda prevista en la anterior planificación (2GW).
De esos 27,7 GW de demanda prevista, prácticamente la mitad, 13,1 GW, corresponden a hidrógeno verde; 9 GW a industria; 3,8 GW, a permisos a centros de datos “adicionales a los ya concedidos”, como ha explicado el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard; y 1,2 GW, a electrificación portuaria.
Este fuerte crecimiento también se produce en la red de distribución, con 5,3 GW. Por eso la propuesta plantea 422 ampliaciones de conexión (142 en la red de transporte para nuevos consumidores, 84 para agentes especiales, como ADIF y puertos, y 196 apoyos a la red de distribución).
Por el lado de la generación, hay peticiones por 60 GW de nueva eólica, el doble de lo previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), otros 150 GW de fotovoltaica –cinco veces más que en el PNIEC– y más de 100 GW de almacenamiento, que multiplican por nueve las previsiones del PNIEC.
La propuesta plantea actuaciones de mejora en el 21% de la red “y nuevos ejes para cohesionar y vertebrar más el territorio, con especial incidencia en zonas rurales. Estos refuerzos, por otro lado, facilitarán la integración de las renovables y el almacenamiento previsto –incluidos 6,6 GW de hidroeléctrica reversible–, limitando los vertidos esperados al final de la década al 3,3%”, explica Transición Ecológica.
Aagesen ha explicado que en las próximas semanas empezarán las reuniones trilaterales con la dueña de la red de transporte, Red Eléctrica (REE) y, las comunidades autónomas para someter a audiencia la pública la nueva planificación, que deberá aprobar el Consejo de Ministros en los próximos meses.
“Incremento excepcional”
La vicepresidenta ha avanzado que el proyecto de real decreto de Límites de inversión en redes eléctricas que se someterá a consulta pública hasta el próximo 6 de octubre incluye ese “incremento excepcional” del límite de inversiones del 62% respecto a los vigentes en la actualidad, que en el transporte está fijado en el 0,13% del PIB y en distribución, del 0,065%.
Este aumento es una pieza más del puzzle que debe guiar la actividad de la distribución (un monopolio regional regulado), para la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto una tasa de retribución financiera del 6,46%, frente al 5,58% vigente hasta ahora, que el sector cree insuficiente.
Aagesen ha explicado que el levantamiento de estos límites se traduce en 7.700 millones de inversión en el caso de distribución y en 3.300 millones para el transporte, que “no suponen incrementos en la factura de los consumidores”, ha recalcado, dado que ese aumento se traduce en más demanda, que se va a repartir entre más agentes del sector.
Además, el decreto va a fijar los mismos condicionantes a las distribuidoras que se exigen a REE y se va a especificar a qué se va a destinar cada inversión para no desplegar redes “porque sí”, como ha señalado el secretario de Estado de Energía. Las distribuidoras, además, estarán obligadas a abrir procesos participativos explicando dónde y en qué van a invertir.
Aagesen ha explicado que “al menos” un 10% de ese incremento se va a destinar al refuerzo de la seguridad del sistema, con medidas entre las que ha citado el control de tensión, clave en el histórico apagón del pasado 28 de abril. Este refuerzo de la seguridad se va a aplicar a la red de transporte y a la de distribución, ha recalcado Groizard, que ha instado a incorporar “las lecciones aprendidas” de ese histórico cero eléctrico.
Aagesen ha indicado que durante la consulta pública previa de la nueva planificación, se han recibido más de 7.000 aportaciones, cinco veces más que en la vigente en la actualidad. El 41% de esas propuestas están relacionadas con la demanda.
La vicepresidenta ha subrayado que hoy España “tiene una realidad muy distinta” a la de 2018 gracias a la transición energética y el boom de las renovables y que esta planificación permite “anticipar” el despliegue de las redes y lograr que esta sea “la década de la electrificación”, que es “una gran oportunidad-país” y puede reforzar la competitividad.
En el ministerio son “conscientes de lo estratégico” de las redes eléctricas y Aagesen ha anunciado que, en vista del enorme atasco de peticiones de conexión en las redes, va a crear un grupo de trabajo para “optimizar” la capacidad de estas infraestructuras que incluirá a todos los agentes y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Ante varios ministros y, entre otros, el consejero delegado e Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, o el primer ejecutivo de Endesa, José Bogas, la vicepresidenta ha recordado que entre 2020 y 2024 se han concedido en España 43 GW de nueva demanda, cerca del récord histórico de demanda eléctrica (45 GW) que se alcanzó en 2007. En estos años, ha desgranado, se ha dado acceso a más de 12 GW en centros de datos, más de 11 en industria más, de 6 en nuevos desarrollos urbanísticos o más de 3,1 en hidrógeno renovable.
El ministerio destaca que “España tiene unas redes eléctricas con unos indicadores de calidad por encima de la media de los países de nuestro entorno y con una sobresaliente capacidad de integración de renovables, a la vez que contiene el coste de las infraestructuras para los consumidores. En los últimos años también ha acaparado el interés del tejido económico, por el bajo precio de la electricidad que proporcionan las renovables”, y desde 2020 se han otorgado derechos de acceso a las redes para proyectos de demanda de energía –industria, vivienda, centros de datos, vehículos eléctricos…– que suman esos más de 43 GW.
Las anteriores planificaciones de electricidad se centraron en atender las peticiones de acceso para generación –en la vigente las renovables representaban el 67% de las peticiones de conexión–, mientras que las peticiones de acceso para demanda tenían un crecimiento vegetativo, muy escaso en el sector residencial, y sólo alimentado por la red ferroviaria. En cambio, el principal motor de la próxima Planificación es la demanda, que representa el 41% de las solicitudes recibidas, más de 7.000, seguida por la generación, con el 40%, y el almacenamiento, con el 19%. “El número de peticiones no sólo se ha multiplicado por cinco, sino que los consumos son de mayor tamaño y ha cambiado notablemente su tipología”, explica Transición Ecológica.
El decreto que ahora se saca a consulta se basa en anticipar las inversiones para facilitar la electrificación, orientar las inversiones para dar respuesta a las necesidades presentes y futuras de los territorios; incentiva la modernización y la transparencia, busca precios competitivos de la electricidad y apuesta por preservar la protección medioambiental.