Javier Enríquez Romero, el hijo del ex número dos de los árbitros, José María Enríquez Negreira, contó en el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, que investiga los pagos del FC Barcelona a su padre por importe de ocho millones durante casi dos décadas, la bronca que tuvo con su progenitor cuando se percató, tras una inspección de Hacienda, de la relación económica entre ambos.
«Cuando descubro que Dasnil ha facturado más de un millón de euros al FC Barcelona, llamo a mi padre y le pido explicaciones, pero él me da largas, me dice que lo que hacía era asesorar al club y que no era asunto mío», explicó Negreira Jr. a la jueza, y añadió que su padre se puso a la defensiva y le espetó: «¡A tí qué coño te importa!».
EL MUNDO ha tenido acceso al vídeo de la declaración íntegra de Enríquez Romero, que se extendió el pasado jueves durante casi una hora, y en la que se mostró muy contrariado respecto a las maniobras de su padre con el Fútbol Club Barcelona, de las que aseguró que «no conocía nada».
Enríquez Romero también dijo que no se ha llevado «ni un euro» de esos ocho millones. «No tenía ni idea de que mi padre a través de Nilsad, Dasnil o incluso Soccer Camp, hubiera facturado ni un euro al Barça», argumentó.
El hijo de Negreira también aprovechó para lamentar el daño reputacional que le está causando este caso pese a «sentirse un privilegiado» por poder trabajar en el mundo del fútbol, pero especificó que nunca lo hizo para el Comité Técnico de Árbitros, aunque en alguna ocasión haya recibido equipación de staff. «Al trabajar en el fútbol profesional, con árbitros, jugadores, entrenadores, con clubes, siendo mi padre del colectivo arbitral he estado muchas veces condicionado y me ha perjudicado bastante el ser hijo de mi padre», apuntó.
Ante las preguntas de la sala, Enríquez Romero reveló que los informes que él hacía para el Barça se interrumpieron por los problemas económicos del club y que su interlocutor con la entidad siempre fue Josep Contreras, del que aseguró desconocer que luego inflaba las cantidades que él facturaba, en torno a los 60.000 euros.
Respecto al contenido de los informes que él sí presentaba, el hijo de Negreira explicó que se trataba de análisis de las actuaciones arbitrales en los encuentros tanto del primer como del segundo equipo y que se hacían «porque al Barcelona le interesaba que los arbitrajes sean buenos», lo que le generó un pequeño chascarrillo irónico del fiscal sobre si a otros equipos no le interesaría lo mismo.
Además de la declaración en vídeo del hijo de Negreira, EL MUNDO ha tenido acceso también a las de los ex presidentes del FC Barcelona Josep María Bartomeu y Sandro Rossell, la del ex consejero delegado del Barça, Óscar Grau, y el ex director general del club, Albert Soler.
Rossell expresó que nunca se leyó los informes de Negreira como tampoco hizo con los de scouting o los del departamento legal y dijo haberse enterado de las cantidades que cobró por la prensa. «Es un insulto que una persona puede cambiar voluntades por mil euros», manifestó el ex presidente tras hacer los cálculos en la sala y dio cinco razones por las que era imposible que Negreira hubiera influido en unos árbitros que pertenecen a un comité cuyos presidentes «siempre han sido del Real Madrid».
En el mismo sentido se manifestó el otro expresidente Josep María Bartomeu que confirmó la reducción de costes como motivo para cancelar los informes de Negreira y aseguró que el fin de las relaciones del padre y el hijo con el Barça no guardaron relación.
