El Mundial 2025 se resolverá en las últimas siete carreras, incluidas tres sprint races, aunque este desenlace empieza a abrirse a nuevas interpretaciones. Al apretadísimo mano a mano entre Oscar Piastri y Lando Norris en McLaren quiere sumarse ahora Max Verstappen, ganador de las dos últimas carreras a bordo de un Red Bull otra vez competitivo. A falta de 199 puntos por entregar, el tetracampeón cuenta con 69 de déficit frente al líder. Sin embargo, Mad Max maneja ya algunos argumentos para la remontada.
De hecho, el holandés no precisa de ningún abandono de Piastri y Norris para alzarse matemáticamente con su quinto título de pilotos. Si gana las seis citas que faltan (Singapur, Austin, México, Brasil, Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi), además de las tres sprint races (Austin, Brasil y Qatar), sumaría 454 puntos. Una cifra inalcanzable para Piastri, aunque el australiano subiese al podio de forma regular de aquí a final de temporada.
El resurgir de Verstappen puede cifrarse en algunos datos extraídos de las dos últimas carreras. En Monza cerró su victoria con 19 segundos respecto al segundo clasificado, el mayor margen de toda la temporada. El pasado domingo en Bakú completó con insólita facilidad un grand chelem (victoria, pole y liderato en todas las vueltas), mientras Yuki Tsunoda encontraba al fin las sensaciones al volante del monoplaza, con un sexto puesto en la meta.
A la espera de Singapur
De momento, tras 17 grandes premios Verstappen acumula cuatro victorias, sólo una menos que Norris, mientras lidera la tabla de pole positions, con seis, una más que Piastri. Asimismo ha liderado 281 vueltas, un guarismo aún lejos del líder del campeonato (392), aunque mejor que el de Norris (241). Con todo esto sobre la mesa no parece descabellado imaginar un cierre de Mundial algo distinto a lo que esperaban en McLaren.
«Ya vimos lo que mejoraron en Monza. Allí ganaron con un coche que no sólo se adapta bien a los circuitos de baja carga aerodinámica. Fueron rápidos en curvas de velocidad media y baja. Y también rápidos en las rectas», advirtió el domingo Andrea Stella, team principal de la escudería de Woking. Preguntado por las opciones de su único adversario, el italiano respondió sin ambages: «Max está peleando por el título, sin duda. Lo sabíamos antes y lo confirmamos en Bakú».
Si aún no se escuchan, las alarmas en su garaje atronarían en caso de que Red Bull siga progresando la próxima semana en Singapur, un trazado donde sufrió durante las últimas temporadas. Tras ocho participaciones, Verstappen aún no conoce la victoria en Marina Bay, donde en las tres últimas temporadas sólo ha sumado un podio (segundo clasificado en 2024). «Aceptamos el reto de Singapur, una pista que ha supuesto un desafío para el equipo durante muchos años», adelantó Laurent Mekies, team principal de Red Bull. De momento, los resultados avalan la labor del francés, que hace un mes asumió el mando en sustitución de Christian Horner.
Sin embargo, Mekies no considera que exista «una solución milagrosa» basada en «un único aspecto». Para explicar cómo han desbloqueado el potencial del RB21, el ingeniero aludió a «una combinación de muchos pequeños detalles». En Red Bull no parecen olvidar las decepciones de Spa, cuando perdían medio segundo por vuelta frente a McLaren, ni de Zandvoort, donde el rendimiento en las curvas de velocidad media fue, según su propio jefe «muy siginificativa».
Verstappen, siempre muy cuidadoso a la hora de señalar las mejoras de su monoplaza, tampoco quiere dejarse arrastrar por la euforia. «Simplemente voy carrera a carrera, como he estado haciendo toda la temporada. Quiero sumar la mayor cantidad de puntos posible, aunque 69 puntos son muchos. Así que no pienso en ello», reveló tras su autoritario triunfo del domingo en Bakú.
