Jannik Sinner, número dos del mundo, ha tomado el relevo de Carlos Alcaraz como foco de atención en el Abierto de China. El español, vigente campeón en Pekín, ha optado este año por el torneo de Tokio, aunque estas dos citas representan sólo un preludio antes del esperado reencuentro de ambos en el Masters 1000 de Shanghai, que arranca la próxima semana y donde también se espera a Novak Djokovic.
Durante los últimos días, el lucrativo empeño de Alcaraz en la Laver Cup contrastó con el esfuerzo introspectivo de Sinner. Horas antes de su debut en Pekín frente a Marin Cilic, el italiano quiso hablar de la difícil digestión de su derrota en la final del US Open. «Estamos cambiando muchos pequeños detalles. El número de errores que cometo actualmente es, obviamente, un poco mayor, pero espero que mejore», admitió.
El ganador de cuatro majors lamentó haber jugado de un modo «muy predecible» la citada final en Flushing Meadows (6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 ) y concedió que frente al español «hay que salir de la zona de confort». «A partir de ahora voy a intentar hacer algunos cambios, ser un poco más impredecible, aunque eso suponga perder algunos partidos», reveló.
«Yo ya lo hice tras Wimbledon»
Durante las sesiones de trabajo con sus entrenadores, Darren Cahill y Simone Vagnozzi, el italiano dice haber «reflexionado mucho». «He disputado pocos torneos. Este es el octavo y la temporada ya está acabando, pero estoy muy motivado porque queremos trabajar cosas nuevas después de lo que sucedió en Nueva York», reiteró.
Desde Tokio, por su parte, Alcaraz respondió a estas advertencias, horas antes de su estreno frente al argentino Sebastián Báez. «Estoy convencido de que Jannik cambiará cosas a nivel táctico para nuestro próximo partido. Yo ya lo hice, traté de ser mejor tras la derrota en la final de Wimbledon y él hará lo mismo. Debo estar muy concentrado para responder a sus planteamientos», analizó.
Pese al cansancio acumulado durante la derrota de Europa en San Francisco, Alcaraz sigue mostrándose optimista para este final de año aunque no quiere saber nada de hitos históricos. «No tengo en mente los 24 Grand Slams de Djokovic», adelantó en la capital japonesa.
