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El «golpe de realidad» del Madrid en el Metropolitano: «Hay que tragar bilis, agachar las orejas, pasarlo mal y trabajar»

Hacía 75 años que el Real Madrid no encajaba cinco goles del Atlético de Madrid en un derbi madrileño. El dato, histórico, muestra el festival rojiblanco ante el desastre madridista, superado por el rival y por sus propios defectos. El proyecto, «en construcción», insiste él, de Xabi Alonso en el conjunto blanco sufrió en el Metropolitano su segunda gran derrota, la primera de esta temporada. El PSG le metió cuatro goles en las semifinales del Mundial de clubes y el Atlético cinco en la séptima jornada de Liga. Dos días diferentes en lo futbolístico y en lo doloroso.

«No hay excusas. Es una derrota merecida y estamos dolidos, como lo estará la afición», explicó Alonso, que tardó apenas diez minutos en salir a rueda de prensa después del pitido final. «Nos ha faltado una marcha y nos tiene que dolor. No hemos competido y no vamos a olvidar esta dura derrota», admitió el vasco, que reconoció que «es un daño positivo para el futuro».

El tolosarra, eso sí, recordó que «el equipo está en construcción». «Es un proceso y dentro del proceso hay días duros. Cómo reaccionamos ante esto va a ser importante. No seríamos inteligentes si no fuéramos capaces de entenderlo. Hoy no hemos dado el nivel que nos hubiese gustado y tenemos que ser críticos con nosotros, analizar el porqué e intentar mejorar. Hemos cedido demasiado y nos han penalizado merecidamente. Nos faltaba ritmo en todo», reflexionó.

A unos metros, Dani Carvajal, capitán del vestuario, fue la voz del equipo en la zona mixta. Con tono serio, obviamente, molesto con el partido y admitiendo que «hay que tragar bilis«. «Yo por lo menos», añadió el lateral, canterano. «Es un golpe de realidad. Una de las derrotas más dolorosas de mi carrera por lo que significa un derbi. Nos vamos de aquí jodidos, pero mañana volverá a salir el sol. Hay que transformar esa rabia y frustración en energía», aseguró.

El defensa se marchó sustituido en la segunda parte y llegó enfadado al banquillo, donde pateó una botella, justo después del 3-2 que completaba la remontada del Atlético de Madrid. «A veces el halago te debilita. Estamos en construcción y el equipo necesita mejorar mucho. Hay que agachar las orejas y trabajar. Estar jodidos, pasarlo mal, tragar bilis y viajar a Almaty a sacar los tres puntos», añadió Carvajal.

El lateral se fue con un golpe en la rodilla y este domingo pasará pruebas, en una situación similar a la Militao, que recibió un golpe de Sorloth en un corte y tuvo que ser sustituido en el descanso del derbi.

Fue un partido intenso, como habían avisado Alonso y Simeone en la previa. Con cuatro goles antes del descanso, una revisión de VAR que anuló por mano un tanto de Lenglet y algo de polémica antes del resultado final. Vinicius, activo y el más abucheado por la grada, pidió la segunda amarilla de Sorloth por celebrar con la grada el 2-2. Hubo amagos de tanganas en el último tramo, con varias amarillas para ambos bandos, y un saludo final entre Simeone y Alonso, que todavía no ha ganado al argentino en tres enfrentamientos, en el área técnica.

Se trata de la segunda vez que Xabi Alonso encaja cinco goles desde que es entrenador en el fútbol profesional. La primera le llegó en Leverkusen, en octubre de 2022, en un momento del año y del proyecto similar al de ahora. Perdió 5-1 ante el Eintracht de Frankfurt. El conjunto alemán terminó dándole la vuelta a esa mala racha, acabó en Europa esa temporada y al curso siguiente levantó la Bundesliga.