Una pareja ha tenido que pasar por un calvario que ha durado siete años después de que en un vuelo de Ryanair de Palermo a Verona les perdieran el equipaje. A las molestias por la pérdida se ha sumado un proceso judicial que les ha costado cuatro demandas y que aún continúa. Tras dos sentencias desfavorables para el viajero, revocadas por el Tribunal de Casación, se celebrará una nueva apelación, según ha informado el medio PalermoToday.
Todo comenzó el 21 de septiembre de 2018, cuando la pareja voló dePalermo a Verona. Al llegar a su destino, sin embargo, su equipaje había desaparecido, por lo que se vieron obligados a comprar ropa para reemplazar la perdida. Sin embargo, en el proceso se cuestionó desde un principio la jurisdicción, por lo que inicialmente se dictaminó que los tribunales irlandeses tenían jurisdicción, ya que la sede de la aerolínea se encuentra allí.
Debido a esto, el juez de paz de Verona que dictó sentencia en primera instancia falló en contra del pasajero. Esta decisión fue revocada en una apelación de 2021 que confirmó la jurisdicción del juez italiano. Sin embargo, no recibieron ningún tipo de indemnización ya que establecieron que según la información aportada por los viajeros no era posible cuantificar los daños.
El caso llegó entonces ante el Tribunal de Casación, que estimó el recurso y llegó, incluso, a reprender a los jueces anteriores. De esta forma ordenó un nuevo juicio para cuantificar los daños sobre una base equitativa, a los que el viajero tienen derecho, según ha agregado el medio italiano.
«A pesar de que el equipaje se había perdido debido al incumplimiento de contrato por parte de la aerolínea, el juez no procedió a la valoración equitativa de los daños económicos, al haber reconocido la imposibilidad de cuantificarlos debido a una causa atribuible al viajero, quien se había basado en la declaración testifical de su esposa, la cual se consideró insuficiente para cuantificar el monto de la indemnización», según la Corte Suprema.
La decisión, según continúa el fallo, «es errónea en lo que respecta a la falta de valoración de los daños pecuniarios». «La única forma de valorar los daños es mediante la equidad, ya que exigir información específica sobre el contenido de una bolsa resulta irrazonable. Desde esta perspectiva, el razonamiento del juez de apelación parece verdaderamente contradictorio: tras insinuar que era imposible cuantificar los daños, terminó declarando que la valoración equitativa no era posible. Esto contradice el principio establecido por este Tribunal según el cual, si ‘es posible determinar la cuantía con base en las pruebas…’, resulta incomprensible sostener que la valoración equitativa es imposible, porque equivale a afirmar que lo mayor no incluye lo menor», zanjó.
«Habiéndose obtenido prueba de los daños, debe considerarse que el juez de apelación se abstuvo erróneamente de realizar una determinación equitativa, invocando como pretexto la supuesta ausencia de los elementos en los que basar dicha determinación, cuando resulta evidente que el equipaje contiene ropa, ropa interior, perfumes y accesorios en cantidades acordes con la duración del viaje», establece finalmente el Tribunal de Casación.
Ahora queda en manos de una nueva sala del tribunal de Verona establecer una cuantificación de los daños.
