Europa ha dado un paso clave en uno de sus proyectos de infraestructura más ambiciosos: la construcción del primer túnel continuo que conectará Italia y Austria por debajo de los Alpes. El futuro Túnel de Base del Brennero (TBB), en los Alpes tiroleses, completó en septiembre las obras bajo los Alpes, conectando los dos tramos del túnel.
El TBB será un túnel ferroviario de 64 kilómetros, convirtiéndose así en la conexión subterránea más larga, y conectará a Innsbruck, capital del Tirol austríaco, con la localidad italiana de Fortezza, a través del Paso del Brennero. De esta forma, según ha detallado el medio Money.it, unirá el eje Múnich-Verona y el corredor escandinavo-mediterráneo.
«El túnel de Base del Brennero no es solo un proyecto sin precedentes, sino un proyecto estratégico que responde a los desafíos de la movilidad moderna: reducción de los tiempos de viaje, mayor capacidad ferroviaria y un menor impacto ambiental en comparación con el transporte por carretera», ha resumido el mismo medio.
El progreso en los trabajos de construcción se celebraron con una ceremonia a la que asistieron la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el canciller autriaco Christian Stocker. «Es una jornada histórica para Italia y para Austria, pero también para toda Europa, porque este túnel representa una articulación central y una de las piezas fundamentales para el futuro corredor europeo estandinavo-mediterráneo«, dijo Meloni.
Ambos mandatarios destacaron como un hito histórico la apertura del túnel de exploración del TBB, un paso clave en este megaproyecto estimado en 10.500 millones de euros y cuya conclusión se prevé para 2032. Una vez entre en funcionamiento, el túnel supondrá «una revolución» para el transporte entre Italia y Austria, según afirmó Meloni. La primera ministra italiana aseguró que reducirá de 80 a 25 minutos el tiempo de recorrido para trenes de pasajeros y de 105 a 30 minutos para los de mercancías.
El nuevo túnel —clasificado por la Comisión Europea como proyecto de prioridad 1 en el marco de las Redes Europeas de Transporte— atraviesa los Alpes a una profundidad aproximada de 1.400 metros y permitirá que mercancías y pasajeros viajen más rápido a lo largo de una ruta que conecta el norte y el sur de Europa, agilizando uno de los corredores logísticos más transitados del continente.
Mientras, el conservador Stocker se refirió al alivio que se espera supondrá para la autopista la futura vía ferroviaria subterránea, pero estimó que no será suficiente, aludiendo así a las tensiones entre Viena y Roma por las medidas que ha adoptado Austria para limitar la circulación de camiones por sus carreteras alpinas. El año pasado, Italia denunció a Austria ante la Comisión Europea por esas controvertidas medidas que restringen el tráfico de mercancías por el eje del Brennero y Bruselas le dio la razón.
«El túnel por sí solo no resolverá los problemas de tránsito», dada la «enorme carga» que soporta ya la autopista del Brennero y los problemas que causa al tránsito y al medio ambiente, advirtió el canciller federal austríaco. No obstante, ante «la importancia del tránsito», abogó por buscar «soluciones vecinales», tanto para el transporte por autopista como por ferrocarril.
