El partido de ayer contra el Celta ha dejado muchas secuelas en el Madrid. Pero la principal, hablando de la cuestión deportiva, es la baja de Eder Militao. El central brasileño se llevó la mano a la parte de atrás del muslo en una disputa defensiva y este lunes se han confirmado los peores pronósticos. «Rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda con afectación del tendón proximal», dice el parte médico que, traducido, se convierte en una baja que se prolongará entre tres y cuatro meses.
Ya en la noche del domingo, desde el vestuario se calificaba la lesión como «muy preocupante». Este lunes se ha confirmado y el brasileño se une así a una enfermería en la que ya están Carvajal, Huijsen y Alaba. «Es una muy mala noticia, estamos sufriendo bastante con las lesiones y nos ha costado reaccionar», explicó Alonso.
Esa lesión es mucho peor que el resto de cosas de una noche que también será recordada por una frase. «Fran, ¡no me jodas!». La televisión cazó a Xabi Alonso en el momento decisivo del partido, quizás en un momento decisivo también para su carrera como entrenador del Real Madrid. La expulsión del lateral izquierdo del conjunto blanco tras recibir dos amarillas en dos minutos por sendas entradas terminó de hundir la noche de su equipo, que ya en ese momento iba 0-1 en el marcador y apenas había dado signos de vida. El Madrid de Alonso acumula un triunfo (en Bilbao) en las últimas cinco jornadas de Liga. Una crisis colosal que el técnico desliza en «un partido malo en casa se puede tener» y una situación que asegura poder «revertir«.
«Por supuesto», respondió a la pregunta sobre si se veía con fuerzas para continuar. «Todos unidos sabemos que podemos revertir la situación. Un partido malo en casa se puede tener. La autocrítica y la exigencia sabemos cuál es en este club, y las derrotas duelen, pero todos juntos el miércoles tenemos la mejor oportunidad para revertir esto», reflexionó en la sala de prensa.
La noche del domingo fue caótica para los blancos y para Xabi. Después de una hora de partido desastrosa, el equipo entró en bucle contra el árbitro, terminó con dos futbolistas menos sobre el césped y con un tercero, Endrick, también expulsado por protestar.
«Nos han desquiciado las decisiones del árbitro. La expulsión de Fran, luego ralentizaban el juego y no les advertía, estaba muy permisivo… No me ha gustado la actuación y luego la tarjeta a Álvaro la ha sacado con muchas ganas. Nos ha descontrolado y nos ha sacado en esas fases del partido», aseguró el técnico, muy crítico con el colegiado Alejandro Quintero.
El Madrid, que salió con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona tras el clásico del 26 de octubre, está ahora a cuatro del conjunto culé, líder en solitario de la Liga. Nueve puntos en apenas 40 días. Sonrojante para un proyecto madridista que había iniciado el año con 13 victorias en los primeros 14 partidos del curso.
«Todos estamos enfadados, evidentemente, porque no era el resultado que queríamos. Desde el inicio esa lesión de Militao nos ha hecho daño, nos ha costado recomponernos anímicamente. Hemos ido ajustando y no ha salido el partido que queríamos. Tenemos que intentar pasar página, son solo tres puntos, queda mucha Liga y tenemos el partido del City para reaccionar», aseguró.
La reacción, tímida, llegó tras la expulsión de Fran García. Ahí los futbolistas comenzaron a presionar durante unos minutos y Mbappé pudo empatar con una vaselina que se fue alta, pero el Celta sentenció en el descuento, ya con Carreras expulsado. «La reacción ha sido cuando nos hemos quedado con uno menos, ahí el equipo ha apretado, ha corrido… Estamos enfadados y entendemos que la gente también. Es responsabilidad de todos».
«¿Se juega el puesto el miércoles ante el City?», le preguntaron los medios a Alonso. «Nos jugamos tres puntos«, contestó, contundente.
La polémica
Más allá del resultado, el partido terminó con polémica por las tres expulsiones al Madrid, dos a futbolistas de campo y la tercera a Endrick. En cuanto a Carreras, el colegiado, según el acta, le expulsó por decirle «eres malísimo».
Una vez terminado el encuentro, Carvajal, en ropa de calle, se ha acercado al colegiado y le ha dicho «el nivel que dais y luego llorando en las ruedas de prensa»:
