Génova, Portugal, Galicia… Hasta una veintena de países o localidades pugnan por ser el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón, ante la falta de evidencias científicas que certifiquen su lugar natal.
Esta es la incógnita que ha intentado resolver el documental estrenado ayer sábado en TVE, Colón ADN. Su verdadero origen, y en el que se detalla la investigación genética que ha durado más de dos décadas y que, por ejemplo, descarta el origen genovés del descubridor de América.
Los trabajos de investigación han sido capitaneados desde la Universidad de Granada por el equipo del doctor forense José Antonio Lorente. Sus primeras conclusiones descartan su relación genética con Portugal, Mallorca, Castilla, Galicia o Navarra, aunque no ha logrado determinar exactamente el lugar exacto de su cuna. La tesis más probable que defiende el doctor Lorente es la que apunta a que Colón era de origen judío, posiblemente del levante peninsular, y por eso siempre se esforzó por ocultar su origen familiar.
Una de las pruebas con las que se trata de defender el origen peninsular de Colón, a pesar de que se sabe que con 25 años ya estaba en Portugal, es que todas las cartas que se conservan de su puño y letra están escritas en castellano, nunca en italiano.
Francesc Albardaner, máximo defensor de esta teoría, ha celebrado los datos. «Era judío de cultura, de nación, de religión y, sobre todo, de nación», se asegura en el documental. Los apoyos de judíos conversos habrían sido esenciales para vincular al almirante con los Reyes Católicos.
LA INVESTIGACIÓN
En el año 2002 comenzó este estudio ambicioso que ha tardado 20 años en obtener los resultados esperados. El forense José Antonio Lorente se propuso determinar dónde están enterrados los restos de Colón y cuál es su procedencia.
Formado en el FBI, se planteó el caso como un asunto criminal y fue descartando todas las hipótesis hasta dar con la verdadera. Evidentemente, Italia era uno de los escenarios más importantes y había que trasladar allí el estudio sí o sí. Y los hallazgos fueron realmente importantes y reveladores.
Se desplazaron al norte de Italia y tomaron muestras genéticas de personas apellidadas Colombo que vivieran en la zona de Milán y Génova. Todos varones porque el cromosoma a estudiar era el ‘Y’: «Si Cristóforo Colombo había nacido en Génova, pues lo normal es que su ADN tuviera unas ciertas coincidencias con los actuales Colombo que viven en Génova».
Entonces se encuentran con un dato extremadamente curioso que deja de piedra a los investigadores. Las muestras son tremendamente variadas y diferentes entre sí. Los Colombo no proceden de una misma familia. No existe conexión entre ellos. Los cromosomas hallados son totalmente diferentes. La razón es muy sencilla, muchos de los niños abandonados en aquella época recibían de manera directa el apellido Colombo.
Los datos genéticos revelan que además de judío, según se muestra en el documental, Colón nació en el arco occidental del Mediterráneo. «Según mi historia, nace en una familia de tejedores de seda de Valencia – asegura Albardaner – donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía de tejedores de seda. Yo creo. Bueno, lo que ha salido en el estudio de ADN. Que Colón era judío. Judío de cultura, judío de religión, judío de nación y sobre todo de corazón, porque este hombre rezuma judaísmo en sus escritos.»
Por otra parte, también se ha desvelado que Diego Colón, del que se creía que era hermano menos del almirante, solamente era un familiar lejano en quinto o sexto grado que se habría hecho pasar por su hermano durante su estrecha colaboración durante el descubrimiento de América.