Aunque fue la musiquita que Alfred Newman compuso para la 20th Century Fox [tatará, taratatará] la que anunció la entrada de Dani Martín a su primera noche en el Movistar Arena de Madrid, la película que protagonizaba el ex cantante de El Canto del Loco venía con trampa. Porque el pase de este viernes que servía de inauguración de su gira ‘25 p*t*s años‘ tenía el final por inicio. Y el inicio… A quién le importa donde demonios se había metido el inicio.
No se había preparado ni el público cuando, tras un inesperado Imagine -sí, el de Lennon y la melodía de la Fox, Dani Martín hacía detonar Zapatillas, el gran tema de su discografía como arranque del concierto. Y en 10 minutos ya habían volado Volverá y Besos, los otros dos hits de Zapatillas, el disco con el que El Canto del Loco vendió 400.000 capias en 2005 y abrió una nueva dimensión para la banda.
¿Cómo de sobrado de repertorio tiene que estar alguien para despachar en el primer tramo de su bola algunos de sus temas más icónicos? Pues más o menos como lo está Dani Martín. Por algo el madrileño ha puesto la primera piedra este viernes para hacer lo que nadie más ha hecho: llenar 10 veces en menos de un mes el Movistar Arena de la capital, el recinto que se ha convertido en unidad de medida del éxito de las bandas nacionales. Él no lo hará una ni dos ni tres, lo hará 10 de aquí a mediados de diciembre.
Y, sobre todo, lo hará ante una legión de grupis con un arco de edad tan amplio que parece hasta imposible. Chavalas de 15 años que cantan sus temas actuales, señoras de 50 que se subieron a la ola de El Canto del Loco cuando se extinguía su juventud y, por supuesto, una mayoría de treintañeras -y treintañeros- que empapelaron las paredes de su habitación con los pósteres y las carpetas con las fotos que regalaba la Super Pop en los primeros 2000.
Claramente para estos fue el inicio del show con los principales temas de pop rock canallita de Zapatillas y A contracorriente. Porque son esos millenials los que subidos a esa ola de nostalgia que cabalgan ufanos han empujado a una venta masiva de entradas. Pero es que el número de fechas, de espectadores y de tickets vendidos cuentan igual sean por nostalgia o no. Y el madrileño es el primer artista que consigue 10 sold out seguidos en el recinto de la capital -aún faltan otros nueve conciertos para los que tampoco quedan entradas-.
Eso son 170.000 personas gritando, bailando y llorando con los éxitos de su etapa como vocalista de El Canto del Loco y también con alguno de su etapa en solitario, que se concentraron en el centro del concierto –Cero, Qué bonita la vida,Emocional y las más recientes Me vuelves puto loco o Carpe Diem-. Eso, por ponerle dimensión, es más que la población de 27 de las 52 capitales de provincia que componen España. En Logroño vive menos gente que gente va a ver a Dani Martín en sus 10 fechas en Madrid. Y lo mismo pasa con Cádiz, Tarragona, León o Cáceres.
«Esta noche no se va a repetir nunca más, centraos en vosotras mismas. Olvidaos de los teléfonos móviles [salvo los que esto escribimos], de vuestros problemas y del ruido de afuera», gritó Dani Martín en una de sus pocas interacciones con el público antes de arrancar Puede ser, esa baladita tristona que compartió con Amaia Montero cuando El Canto del Loco y La Oreja de Van Gogh eran la referencia del pop. Ah, 2025, qué ironías tienes.
Como esto era un repaso a 25 años de trayectoria, tras la etapa en solitario, tuvo que volver El Canto del Loco con todo. Lo anunciaron los visuales del escenario con un transistor que hizo sonar pequeños trozos de los temas que Pereza, Fito y Fitipaldis, Coti, Estopa y La Oreja de Van Gogh repartieron por España a principios de los 2000. Lo último que salió de ese transistor fueron las primeras notas de La madre de José a la que se subió Dani Martín para dar paso al bloque de su álbum Estados de Ánimo –La madre de José, Volver a disfrutar, Una foto en blanco y negro-.
«25 putos años sacando de mi estómago, de mi corazón todo lo que siento, volcándolo en un papel y haciéndolo canción. (…) No sabía estudiar, no me gustaba el colegio, sin embargo las canciones y la música me salvaron la vida. Y 25 años después me la habéis salvado», ha asegurado Dani Martín antes de citar la importancia de su familia, sus amigos, su pareja, el Atleti, los helados de chocolate, la pizza… en su vida. «Muchísimas gracias de corazón», ha incidido antes de cantar el Ya nada volverá a ser como antes que daba paso a la parte final del espectáculo.
¿Cómo empezarla? Pues… Esteeeeeer Expoooosito -el tema que inesperadamente el cantante dedicó el pasado año a la actriz de Élite-. ¿Y después? La suerte de mi vida -en una versión acústica acompañado por un quinteto de cuerda y él sentado en una escalera de la grada entre el público-, Peter Pan,El último día de nuestras vidas -con una camiseta de El Canto del Loco y yo estamos vivos-, un mix de todas sus etapas. ¿Queda algo más en esa discografía para cerrar esto? Pues claro, Insoportable con llamaradas rodeándole. Y, de extra, ese compendio de frases de sus temas más reconocidos que Dani Martín sacó hace un par de semanas bajo el nombre Veinticinco sonando en los altavoces.
Pero, sobre todo, lo que falta es que esto vuelva a empezar. Una y otra y otra vez hasta llegar a diez.
