No estará Victor Wembanyama, pero sí Luka Doncic. Se echará de menos a Domantas Sabonis, pero no a Nikola Jokic ni a Giannis Antetokounmpo. El Eurobasket que comienza este miércoles presume de estrellas, un tridente al que unir a Franz Wagner, Kristaps Porzingis o Lauri Markkanen y a otro buen puñado de tipos que deambulan con éxito y bolsillos llenos por la NBA (Bogdan Bogdanovic, Dennis Schröder, Jonas Valanciunas, Nikola Vucevic, Simone Fontecchio, Alperen Sengun, Goga Bitadze, Santi Aldama, Jusuf Nurkic, Gerschon Yabusele o Deni Avdija).
A eso de las 12:30 de este miércoles, en Tampere (Finlandia), Gran Bretaña y Lituania abren el torneo continental que busca de sucesor a una España a las que las predicciones no incluyen ni entre los 10 primeros. A continuación (13:45 h.), Chequia y Portugal inauguran el grupo B, asentado en Riga, donde se disputará después toda la fase final, desde octavos. La pasión baloncestística de un país como Letonia, cuyos aficionados son capaces de ir en masa a Yakarta o Manila, como en el pasado Mundial. El turno de los grupos C (el de España) y D será el jueves, con exóticas sedes en Limassol (Chipre) y Katowice (Polonia).
Al Eurobasket (el siguiente, 2029, será en España), le rodean certezas e incertidumbres. Ningún favorito es tan claro como la Serbia del veteranísimo Svetislav Pesic, que mañana cumple 76 años y que hace nada menos que 32 ya ganó un oro continental con Alemania. Ninguna ausencia destacable, una preparación sin mácula (7-0) y una manada de estrellas para rodear a un Jokic que acude desde otra temporada deslumbrante en la NBA: en plena madurez (29 años), fue capaz de promediar un triple doble (29,6 puntos, 12,7 rebotes y 10,2 asistencias) y sólo Shai Gilgeous-Alexander le impidió ganar el cuarto MVP de su carrera. A su lado, Bogdanovic, Micic, Guduric, Jovic… Para asaltar el oro que persigue una generación sin broche: plata en el Mundial 2022 y bronce en los pasados Juegos de París.
La Alemania de Álex Mumbrú -quien ayer tuvo que ser hospitalizado en Tampere por una infección aguda y se perderá el arranque-, vigente campeona del mundo, le sigue en el escalafón, aunque el abanico de aspirantes se abre con selecciones como la rejuvenecida Francia (además de Wemby, le faltan clásicos como Batum y De Colo y puntales como Gobert, Fournier, Lessort o Poirier) o la local Letonia. La Grecia de los tres hermanos Antetokounmpo (que no sube al podio de una gran competición desde 2009), la siempre competitiva Lituania, Turquía con Shane Larkin, Cedi Osman y el All Star Sengun, la completísima Italia y la Finlandia de Markkanen están por delante de una España que defiende oro sin Lorenzo Brown y otro puñado de ausentes.
A la selección, en el último torneo de Scariolo, no le queda otra que rebajar sus expectativas, a la espera de esa generación de júniors de oro que pronto estará lista para las grandes citas (desde el ya NBA Hugo González a otros como Baba Miller, Aday Mara o el nuevo madridista Izan Almansa). El objetivo de mínimos es avanzar en el grupo y pelear cada cruce en Riga. Pero en Limassol le aguardan varias trampas y apenas un día tranquilo -el tercero, ante la local y débil Chipre-, empezando por los dos partidos del comienzo. El jueves, ante una Georgia en la que es duda su referente: una extraña arritmia ha arruinado la preparación a Tornike Shengelia, nuevo jugador del Barça. Después, una Bosnia también sin Dzanan Musa y con cambio de su nacionalizado a última hora (se marchó Xavier Castañeda, ya a las órdenes de Ibon Navarro en el Unicaja, y acudió John Roberson).
Hasta aquí no aparecido Luka Doncic y, sin embargo, todos los focos se posarán en el genio de los Lakers, quien no ha renunciado a su selección ni tras firmar su flamante nuevo contrato ni a pesar de las bajas en Eslovenia. Sin poder contar ni con Vlatko Cancar ni con el nacionalizado Josh Nebo (impedidos no sin polémica por su club, el Armani Milan), al ex madridista le rodean un grupo de jugadores de muy bajo nivel, en una Eslovenia a la que ni siquiera les dio tiempo añadir a otro americano (más de 12 selecciones cuentan con nacionalizado en el torneo; las cinco del grupo de España). Luka, tras un verano de reinvención física, busca una gesta en la que por el camino se podría encontrar a España en el cruce de octavos.