Al Barça le tocó esta vez apretar los dientes para llevarse un triunfo muy masticado de su visita al Carlos Tartiere. Los de Hansi Flick vieron cómo el Oviedo aprovechaba el gran estado de forma de su portero, Aarón Escandell, y un zarpazo de Alberto Reina tras un grave error de Joan García para obligarlos a remar a contracorriente con el 1-0. En la reanudación, los visitantes supieron aprovechar su insistencia ante la meta rival para acabar firmando una remontada con goles de Eric García, tras una acción de mérito de Ferran Torres, el incombustible Robert Lewandowski y un cabezazo de Ronald Araujo. [Narración y estadísticas (1-3)]
Este apurado triunfo, con la visita del PSG ya muy presente en el horizonte que, supone también el aperitivo del compromiso frente a la Real Sociedad, el primer retorno azulgrana a Montjuïc en este curso.
El Barça se fue al descanso perdiendo en gran parte por los méritos acumulados por Aarón en el marco carbayón. Acostumbrado a hacer horas extra en lo que llevamos de curso (el valenciano es hasta ahora el guardameta que acumula más paradas), se encargo de frustrar varias opciones claras. A Marcus Rashford, por ejemplo, le sacó dos fuertes zapatazos que trataban de estampar el balón en el fondo de la red y también hizo lo mismo con un remate de Araujo, después de que el uruguayo recogiera un balón que Raphinha había estrellado en la cepa del poste derecho.
Una vuelta de tuerca
Los locales, que llegaban al duelo con solo un gol a favor en su cuenta, en cambio, aprovecharon un mal desplazamiento de balón de un Joan García que se había aventurado muy lejos de sus dominios para inaugurar el luminoso por medio de un medido disparo lejano de Alberto Reina. Una acción con la que el centrocampista andaluz estrenaba, además, su cuenta anotadora en Primera. Mucho antes, Eric tuvo que estar realmente muy al quite para evitar que todo un veterano curtido en mil batallas como Salomón Rondón aprovechara un buen centro de Lucas Ahijado para batir algo antes la meta barcelonista.
Flick, tras el descanso, buscó dar una vuelta de tuerca apostando por Frenkie de Jong como recambio de Marc Casadó. Y, así, logró que el holandés aportara sus habituales internadas con el balón en los pies para tratar de romper la ordenada zaga local. Avisó el Oviedo, con una internada de Hassan culminada con un centro chut bien respondido por Joan García, sacando los problemas que previamente le había planteado la endeblez de Gerard Martín.
No obstante, serían los visitantes los que romperían el fuego después de que Eric remachara un remate forzado que, tras intervención del meta local, parecía estar destinado a traspasar casi llorando la línea de gol. Aarón, muy poco después, tendría la opción de resarcirse frustrando un remate de Raphinha. El brasileño, precisamente, se marcharía dolorido para dejar su puesto a Lewandowski.
El polaco, con un cabezazo de libro a centro del holandés, enviaría el esférico a la escuadra izquierda para poner el 1-2 con algo más de 25 minutos aún por delante. Pese al mazazo, los locales no bajaron los brazos. E, incluso, encadenaron varias ocasiones para volver a llevar la igualada, obligando a la zaga barcelonista a emplearse a fondo mientras el ex del Bayern, en el interín, ponía a prueba los reflejos del meta local.
Superados esos agobios, los azulgrana apostarían por defenderse con la posesión del balón. Hasta que Araujo, a la salida de un córner cuando el partido ya moría, sentenció el partido con el 1-3.
