La amenaza se ha consumado. El portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, ha instado en la madrugada de este martes a los gazatíes a evacuar toda la ciudad de Gaza (Palestina). «A todos los residentes de la ciudad de Gaza y a quienes se encuentran en todos sus barrios, desde la Ciudad Vieja y Tafah al este, hasta el mar al oeste», anunció por su cuenta de X.
«A todos los residentes de la ciudad de Gaza y a los presentes en todos sus barrios, desde la Ciudad Vieja y Tuffah en el este hasta el mar en el oeste: las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) están decididas a derrotar a Hamás y operarán en el área de la ciudad de Gaza con gran fuerza, como han operado en toda la Franja. Por su seguridad, evacue inmediatamente a través del Eje Rashid hacia la zona humanitaria en Al Mawasi. Permanecer en la zona es muy peligroso», sostiene el mensaje, que incluye un teléfono de contacto por si hay «obstáculos» de miembros de Hamás a esa evacuación.
Ayer mismo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ya avisó de que los ataques israelíes contra rascacielos en la asediada ciudad de Gaza, que eran la dinámica en los últimos días, eran sólo un «preludio» de la operación terrestre que prepara el Ejército. La que ahora se supone que es inminente. «Todo esto es sólo una introducción, un preludio, a la poderosa operación principal: una maniobra terrestre de nuestras fuerzas, que ahora mismo están organizándose y reuniéndose, sobre la ciudad de Gaza», aseguró en un mensaje en vídeo compartido por su oficina. En dicho mensaje, Netanyahu animó a los palestinos que se refugian en la capital gazatí a abandonar la zona. «Os hemos avisado, ¡salid de ahí!», enfatizó el líder del Likud.
Ya el pasado viernes, el Ejército israelí avisó de que comenzaría una oleada de ataques contra edificios de varias plantas en la ciudad de Gaza convertidos en «infraestructura terrorista». Desde entonces, las fuerzas israelíes han solicitado la evacuación de al menos cinco rascacielos, que fueron bombardeados poco después, informa EFE. En su mensaje, el mandatario aseguró que las fuerzas han destruido «50 torres terroristas en los dos últimos días», sin dar más detalles.
El paso dado hoy era anunciado. El mes pasado, el Ejecutivo israelí aprobó un plan propuesto por Netanyahu y sus socios ultraderechistas y religiosos para ocupar la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, y expulsar a sus residentes al sur. Entonces, cerca de un millón de palestinos se refugiaban en la localidad, muchos desplazados de otras partes del enclave por la guerra que habían intentado recurrir a las infraestructuras de la mayor ciudad, la capital, para protegerse y lograr bienes.
Según Netanyahu, unos 100.000 palestinos han abandonado ya la ciudad de cara a la ofensiva israelí, aunque la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) sitúa la cifra en unos 40.000. Quedan, pues, muchos civiles por mover, en un plazo que nadie sabe cuándo acaba y ante la incertidumbre de dónde irán: Israel les reclama que vayan al sur de la franja, donde ha creado, dice, esa zona segura en Al Mawasi.
El problema es que Tel Aviv ha atacado repetidamente esa zona, desde que la declaró como supuestamente protegida, ya en diciembre de 2023. Como no deja de repetir Naciones Unidas, no hay lugar seguro en Gaza. Y, más allá de eso, la zona del sur ya está suficientemente hacinada como para no garantizar una mínima salubridad a todas las personas que ahora se esperan.
El pasado 4 de septiembre, el Ejército israelí aseguró que ya controla el 40 % de la ciudad de Gaza, tras tres semanas bajo bombardeos incesantes, que han dejado una media de 60 muertos diarios en la zona.