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El ICO lanza una línea de financiación para pymes desatendidas por la banca por su alta deuda

El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha puesto en marcha una línea de financiación para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que tienen proyectos viables pero problemas para sellar créditos con la banca.

El proyecto, denominado ICO Crecimiento, estará dotado, inicialmente con 1.000 millones de euros y está pensado, por ejemplo, para pymes que tienen un alto endeudamiento y no pueden acceder más a la banca, pero sus proyectos son viables económica y financieramente. 

El programa, según indica el ICO, cuenta con un diseño “escalable”, que “permite financiar tanto proyectos de inversión como necesidades de liquidez ligadas a la actividad empresarial”. La financiación, según este organismo, tendrá un plazo de amortización de entre cinco y diez años, con periodos de carencia, matiza. 

Y el tipo de interés de referencia será el Euribor más un margen de entre el 1,75% y el 0,75%, en función del riesgo de la operación, pero puede ser inferior si hay cofinanciación con alguna entidad financiera.

Además, según fuentes del ICO, hay que cumplir condiciones para acceder a este programa. Tienen que ser pymes que cuenten, al menos, con cuatro años de antigüedad y que tengan las cuentas anuales de los dos últimos ejercicios auditadas, o que cuenten con un aval público. Todo el proceso de solicitud, añaden las citadas fuentes, se tiene que hacer de forma online, a través del ICO, y las solicitudes tiene un plazo tope: el 31 de diciembre de 2027.

Riesgo, controlado

“Queremos ayudar a pymes en ámbitos que son menos financiables por la banca, como los activos intangibles, por ejemplo, hacer una prospección de mercado de cara a la exportación, que conlleva un riesgo, patentes, licencias, inteligencia artificial. Son proyectos que son viables, pero que las empresas a veces no pueden realizar por tener un alto endeudamiento”, explican las citadas fuentes. 

La previsión del ICO es llegar, inicialmente, a cerca de 10.000 empresas, con proyectos de entre 100.000 y 125.000 euros. “Somos prudentes, porque se va a ir paso a paso, luego se pueden ampliar” esas cifras, añaden. “La pérdida máxima es del 1%. Se calibra con modelos, para limitar la exposición al riesgo”. Además, apuntan como base la experiencia que ha desarrollado el ICO en los últimos años, con la financiación para mitigar, por ejemplo, el impacto del coronavirus.

“Son empresas que son solventes, aunque tengan una endeudamiento alto o riesgos”, argumentan. “No venimos a competir con la empresa privada, sino a cubrir un hueco de financiación. Y no queremos hacer operaciones bilaterales, solos, sino también en colaboración con la banca”. Además, los fondos pueden destinarse a “la compra de participaciones en el tránsito generacional de accionistas, por jubilación, por ejemplo, para que sea más fácil la transición”. Esto puede materializarse financiando la compra de autocartera o a través de una sociedad mercantil.