Los Reyes han presidido este martes el almuerzo a una representación del mundo de las letras que todos los años se celebra el día antes de la entrega del Premio Cervantes. El galardón más importante de la literatura escrita en español, que mañana recogerá Álvaro Pombo. El autor, debido a su delicado estado de salud, no ha podido acudir a la cita en la que en torno a un centenar de invitados le han homenajeado.
Don Felipe, vestido de riguroso luto, ha tenido palabras de recuerdo tanto para el papa Francisco como para Mario Vargas Llosa, fallecido la semana pasada. El Monarca ha centrado su discurso en la importancia del lenguaje, y de la lengua española. La lengua es «un instrumento poderosísimo para poder lograr eso que el mundo necesita ahora más que nunca, cuando tanto se habla de barreras y desconexiones:reflexionar y dialogar».
«El lenguaje ha de servirnos para decir alto y claro: no es verdad», ha sentenciado el Monarca. «No es verdad que todo valga, no es verdad que todo sea relativo», ha zanjado el Rey para puntualizar que no estaba hablando sólo de «calidad literaria».
Sobre Álvaro Pombo, el Jefe del Estado ha destacado que tiene «una voz y una mirada singular». Además ha subrayado su manera de ver el mundo y de explicarlos; su interés «por indagar en la bondad, en la verdad; en todo aquello que nos eleva y nos dignifica».
El Rey, que debido al luto oficial no ha realizado un brindis al final de sus palabras, sí ha querido destacar que ese almuerzo «es un modo de decirle a nuestro querido Álvaro con afecto y admiración» que el Cervantes «lo sitúa, en la historia de nuestras letras; ni más ni menos en el lugar que le corresponde».
Recuerdo de Valencia
Entre los invitados, encabezados por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, los Reyes han querido tener una vez más un gesto con las localidades valencianas afectadas por la dana que asoló la comunidad autónoma el pasado 29 de octubre. Así entre los invitados han estado presentes Guillermina Spikermann, propietaria de la librería Passarella, en Picaña. También María Moliner Ruiz, directora de la biblioteca pública de Paiporta y la escritora valenciana Elísabet Benavent.
Al acto han asistido también autores consagrados como María Dueñas, Ray Loriga o Virginia Feito. Todos han disfrutado de un menú servido por Paradores a base de sopa de tomates asados a la albahaca, suprema de merluza y cremoso de queso, nueces y membrillo.
Mañana se entregará el Premio Cervantes en una ceremonia que, debido a los tres días de luto oficial, sufrirá modificaciones. Así, no habrá honores militares a la llegada de los invitados.