Los grupos de manifestantes radicales que han tomado la meta de Bilbao en la etapa de La Vuelta han irrumpido en un sonoro aplauso cuando la organización ha suspendido la llegada del pelotón ciclista. Una ‘victoria’ de los cientos de congregados en la Gran Vía de Bilbao que con banderas palestinas e ikurriñas tenían como objetivo boicotear la prueba deportiva.
Los incidentes en el centro de Bilbao han provocado que 4 ertzainas hayan resultado heridos, se ha detenido a 3 alborotadores y otros 5 han sido identificados. La suspensión de la llegada al no garantizarse la seguridad del pelotón ha sido también aplaudida por la ministra de Juventud e Infancia, Sara Rego, y por el líder abertzaleArnaldo Otegi mientras que el consejero de Seguridad Bingen Zupiria ha mostrado su «pesar» por los incidentes.
La Vuelta se ha convertido de nuevo en objetivo de grupos radicales en una imagen que recuperaba los ataques sufridos por esta prueba ciclista en los años 70. EH Bildu reclamó el pasado lunes a sus seguidores que aprovecharan el desarrollo de las etapas en Navarra y en Vizcaya para exhibir ikurriñas y para «presionar desde el ámbito deportivo para que Israel sienta la denuncia internacional de quienes nos negamos a ser cómplices de este régimen de apartheid que lleva décadas perpetrando». Ikurriñas y banderas palestinas han sido desplegadas a lo largo de todo el recorrido de la undécima etapa de La Vuelta que tenía previsto finalizar en el corazón de Bilbao.
Pero, como ha explicado tras los incidentes el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, los intentos para detener la carrera se han sucedido a lo largo de todo el recorrido. Un grupo de manifestantes ha cortado la carrera en el alto de Enekuri cuando el pelotón aún circulaba compacto y neutralizado. Solo una agente de la Ertzaintza ha intentado sin éxito apartar a quienes portaban una pancarta mientras otros tres manifestantes con chalecos se encaraban con el pelotón y, en euskera, manifestaban el rechazo a la presencia del equipo de Israel en el pelotón.
‘Boikot Israel, Palestina askatu’, (Boicot a Israel, libertad para Palestina, en euskera) han gritado grupos de manifestantes por los pueblos vizcaínos en los que se han multiplicado las banderas del País Vasco y de Palestina junto a pancartas contra el «genocidio» de Israel en la franja de Gaza. La Policía vasca ha logrado retirar dos fardos de paja en el alto de Morga con los que se trataba de impedir la marcha del pelotón y en la subida al Vivero -en las inmediaciones de Bilbao- otro grupo de manifestantes ha intentado detener a los ciclistas con una enorme pancarta. Media docena de corredores han tenido que sortear la protesta colándose por debajo de la pancarta ante la falta de seguridad.
La Ertzaintza había desplegado, según el sindicato Sipe, a 587 agentes en un dispositivo que incluía la seguridad de los equipos participantes -en especial el equipo Israel Premier Tech-, el control del tráfico a lo largo de todo el recorrido y el control en los puntos más conflictivos. «Los agentes destinados al operativo se han encontrado con una organización deficiente que, lejos de garantizar la seguridad, ha generado riesgos innecesarios», ha asegurado Sipe tras los graves incidentes.
El consejero Zupiria ha confirmado que después de estos «comportamientos incívicos que atentan contra la seguridad y la convivencia», la Ertzaintza revisará sus dispositivos de actuación ante los próximos eventos deportivos internacionales que están previstos en Euskadi. Zupiria ha criticado que el líder de EH Bildu Arnaldo Otegi se felicitara por el boicot a La Vuelta. «El País Vasco ha demostrado otra vez más que es un referente a escala mundial en la lucha por los derechos, la solidaridad y la libertad de los pueblos. Via Palestina y el País Vasco libre!», ha publicado Otegi en sus redes sociales.
Otra época
La suspensión de la llegada de La Vuelta a Bilbao recupera las imágenes de los incidentes y atentados de ETA que sufrió la carrera en los años 70. En las ediciones de 1978 y de 1979 y bajo la organización de El Correo, la banda terrorista ETA y la izquierda abertzale provocaron la suspensión de las últimas etapas de la carrera que se celebraban en Bilbao y en San Sebastián.
Las amenazas de muerte contra las familias Bergareche e Ibarra se multiplicaron durante estas dos ediciones de la carrera ciclista española. ETA secuestró en mayo de 1978 al empresario Javier Ibarra tan solo 15 días después del final de La Vuelta de ese año y lo asesinó el 18 de junio. La carrera ciclista no volvió a las carreteras vascas hasta el año 2011.