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La pensión de más de 500 euros que pueden solicitar las amas de casa: estos son los requisitos

Cuidar del hogar y de la familia ha sido un trabajo que han realizado miles de mujeres en España durante décadas (y también hombre, aunque en menor medida) sin remuneración. Este trabajo nunca ha cotizado en la Seguridad Social, por lo que esta dedicación al ámbito doméstico dejaba a estas personas sin derechos laborales ni pensión contributiva al llegar a la vejez. Ahora, el sistema de bienestar incorpora un mecanismo para reparar esa desprotección: la pensión no contributiva de jubilación, gestionada por el IMSERSO, que en 2025 asciende a 564,70 euros mensuales repartidos en 14 pagas.

No se trata de una cantidad elevada, pero sí de un ingreso estable que garantiza un mínimo de dignidad económica y, sobre todo, un reconocimiento institucional a quienes nunca recibieron retribución por su trabajo de cuidados. La prestación se concede a mayores de 65 años que no hayan cotizado lo suficiente y que acrediten residencia prolongada en España, además de cumplir ciertos límites de ingresos.

Requisitos básicos de acceso

Para solicitar la pensión no contributiva, es necesario cumplir con tres condiciones fundamentales:

Estos umbrales aumentan cuando la persona convive con familiares. Si el hogar está formado por dos convivientes (pareja o familiares hasta segundo grado), el límite anual es de 12.326,02 euros; en hogares de tres, 17.401,44€; y en familias de cuatro, 22.476,86€. Por cada persona adicional, se suman 5.075,42€ al umbral. Si entre los convivientes hay ascendientes o descendientes de primer grado, los límites pueden elevarse hasta 56.192,15€ anuales para cuatro personas.

Solicitud y tramitación

El proceso de solicitud requiere presentar un formulario oficial del IMSERSO junto con documentación acreditativa (DNI, certificado de empadronamiento, justificantes de ingresos). La gestión se realiza en los servicios sociales de cada comunidad autónoma y, en algunos casos, puede tramitarse de forma telemática.

Aunque la resolución suele demorarse varios meses, la prestación se cobra con carácter retroactivo desde el mes siguiente a la fecha de la solicitud. Eso significa que, si se pide en julio y se aprueba en noviembre, la persona beneficiaria percibirá también los meses intermedios.

Incompatibilidades y obligaciones

La pensión no contributiva de jubilación no es acumulable con otras prestaciones similares, como la invalidez no contributiva o las asistenciales. Tampoco se puede compatibilizar con asignaciones familiares por hijos a cargo mayores de 18 años con discapacidad severa. Además, cada beneficiario debe presentar una declaración anual de ingresos antes del 31 de marzo de cada año. Si no se cumple este requisito, el pago puede quedar suspendido, aunque existe un plazo de 90 días para regularizar la situación.

Más allá de la cifra, esta ayuda tiene un fuerte componente de dignidad. El trabajo doméstico, que históricamente recayó en las mujeres y ocupó la totalidad de su tiempo, no generaba derechos ni protección social. La prestación supone un avance en el reconocimiento de un esfuerzo esencial pero invisibilizado, y en el intento de reparar desigualdades estructurales.