Español

Más antidisturbios y unos ultras aparentemente en calma un año después del derbi de los mecheros: «El Frente Atlético sabe que está en el punto de mira»

El último partido que jugaron Real Madrid y Atlético en el Metropolitano hubo un doble toque que sacudió el reglamento del fútbol. En el penúltimo se produjo un lanzamiento de mecheros de varios seguidores del Frente Atlético a Courtois que lo que sacudió fue la imagen del club rojiblanco, pero que no ha tenido consecuencias a nivel de seguridad. O quizás mínimas.

La Policía no está preocupada por la vuelta del conjunto blanco al Metropolitano ya que cree que el Frente «se comportará porque sabe que está en el punto de mira», cuenta a ELMUNDO una fuente próxima al dispositivo de seguridad. Desde el grupo ultra deslizan que se evitará «responder a las provocaciones», sin especificar qué consideran una provocación unos radicales que cargan con dos muertes a sus espaldas.

Y es que hay varios factores que benefician el desarrollo del partido de mayor rivalidad en la Comunidad de Madrid. Lo primero es la hora, las 16.15 de hoy no ayuda a que los asistentes puedan pasarse con la ingesta de alcohol u otras sustancias. Lo segundo es que no se esperan radicales entre los 550 desplazados de la afición blanca que ocuparán la esquina superior del fondo norte del estadio Metropolitano. Y lo último es que hay algunos de los seguidores del Frente que siguen sancionados tras lo ocurrido aquel fatídico 29 de septiembre de 2024.

Los radicales del Atlético de Madrid llevan semanas preparando un tifo que será el principal elemento diferenciador en la grada del fondo sur esta tarde. Mantienen que, por la hora, no recibirán al autobús del equipo, como se ha realizado en otros encuentros claves, pero que entrarán pronto al campo para animar a los jugadores desde el calentamiento.

Al no haber recibimiento, el dispositivo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no ha sufrido una gran variación pese al precedente de los mecheros. Serán 1.000 efectivos los encargados de velar por la seguridad de los asistentes a esta séptima jornada de liga. Habrá miembros de la Unidad Especial de Caballería, la Brigada Provincial de Información y la Brigada Móvil de la Policía Nacional así como de la Guardia Civil de Tráfico y Policía Municipal para coordinar los accesos al estadio. SAMUR-Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja se ocuparán de la salud y la única sección que sí sufre una variación sustancial es la Unidad de Intervención Policial que aumenta hasta los 150 miembros frente a los 100 habituales en estos duelos.

Seguridad privada

Respecto a la seguridad privada, el servicio de Metro reforzará también la presencia de vigilantes y el club aumentará también su dispositivo habitual, pero no respecto a otros derbis. Desde las oficinas del Metropolitano recuerdan que el encuentro de Champions se desarrolló sin incidentes y apuntan que la única sanción fue a los jugadores del Real Madrid, Rüdiger, Ceballos y Mbappé, por conducta indecente hacia la grada y que se saldó con cuantiosas multas.

Como cada derbi, el encuentro se ha declarado de Alto Riesgo por parte de la Comisión Antiviolencia, pero eso no supone que la Policía se fíe de lo que puede ocurrir con los radicales del club rojiblanco. No sólo por el precedente en el campo, también por la reciente operación policial que acabó con la detención del Ratilla y Piquenque, los cabecillas del grupo Suburbios Firm, una escisión del Frente Atlético en la que milita Ricardo Guerra, el asesino de Aitor Zabaleta.

«El Frente últimamente se está comportando, mantienen un perfil bajo y no esperamos más que se reúnan en su zona habitual y luego entren al estadio sin incidentes», explican fuentes policiales a EL MUNDO. Dicen las mismas fuentes que el grupo radical se ha comprometido a «no enturbiar el derbi» por lo que parece que el 28 de septiembre no se hablará más que de lo que ocurra en el césped. Mbappé y Julián Álvarez serán dos buenas razones para hacerlo.