Español

Muere a los 79 años el actor Eusebio Poncela

Hay un diálogo en La ley del deseo en el que Eusebio Poncela le dice a Antonio Banderas: «Antonio, cariño, aunque tú lo hayas decidido así, no estoy enamorado de ti. Me emociona tu ternura, pero no te recomiendo que te enamores de mí, soy demasiado egoísta y llevo una vida incompatible». Y, en ese diálogo, está buena parte de la esencia misma del actor que más hedonistamente encarnó la marginalidad de los años 80. Con esa extraña belleza entre el poeta atormentado y el obrero clásico.

Eusebio Poncela ha fallecido este miércoles a los 79 años de edad en Madrid, según confirman fuentes cercanas al actor, que creció en el teatro de finales de los 60 junto a los más grandes y conoció la popularidad del cine a mediados de los 80 cuando Pedro Almodóvar le hizo protagonista de La ley del deseo e insólito detective en Matador. Él criado en el barrio de Vallecas, expulsado de un número incontable de colegios. Ya indomable en su más tierna infancia. Como también lo fue en la adolescencia. Cuando murió Franco, según él mismo contaba, estaba en París tomando LSD. Y en la década de los 60 probó el Nueva York de la contracultura.

Ahí su carrera como actor ya había empezado en el teatro de finales de la dictadura. Él fue el Romeo que acompañó a María José Goyanes en la versión de Romeo y Julieta que Pablo Neruda adaptó para que lo dirigiera José María Morera en el Fígaro de Madrid. Pero, sobre todo, con la compañía de Adolfo Marsillach participó en el rompedor Marat-Sade de 1968, cuando aún era un alumno de Antonio Malonda para el Teatro Español. Allí estaban Josep Maria Pou, Serena Vergano, Charo Soriano… para replicar el éxito de Peter Brook en Londres. Y para Estudio 1 participó en Los bandidos, junto a Juan Diego y Marisa Paredes; en La profesión de la señora Warren, junto a Julia Gutiérrez Caba e Ismael Merlo: en Mirando hacia atrás con ira, junto a Fernando Guillén y Amparo Pamplona.

Fue sobre las tablas donde se hizo actor y fue Iván Zulueta en Arrebato (1979) quien vio, en los inicios de la Movida madrileña, que en Eusebio Poncela también había una estrella. Le convirtió en ese profesor adicto a la heroína, inestable y malhumorado que era incapaz de asentarse en la realidad que protagonizaba su segunda película. Otro reflejo de lo que vendría después en la vida del actor, también adicto en aquella época a las drogas. «Habré sido yonqui durante 30 años, pero he sido un yonqui muy raro, he ido ciego perdido a la Casa de Campo a correr«, reconocía él mismo en una entrevista con este diario en 2019.

Y entonces llegó Pedro Almodóvar con Matador, aquella historia de un torero retirado, adicto al sexo y a las películas slasher. Ahí estaba Eusebio Poncela -que ya en los 90 saldría también en el videoclip de la canción Matador de Los Fabulosos Cadillacs- como una anticipación de lo que vendría al año siguiente. El director manchego le entregó La ley del deseo a esa pareja de hermanos que formaban Poncela y Carmen Maura -con la jovencísima Manuela Velasco-.