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Revés a Trump: Reino Unido deja de compartir con EEUU inteligencia sobre embarcaciones en el Caribe

El Reino Unido ya no comparte información de inteligencia con Estados Unidos sobre embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe porque no quiere ser cómplice de los ataques militares estadounidenses, al considerar que estos son ilegales, según informa este martes la CNN.

Los funcionarios británicos consideran que los ataques militares estadounidenses, que han causado la muerte de 76 personas, violan el derecho internacional, según indicaron fuentes cercanas a CNN.

El medio, además, apunta que la suspensión de las operaciones de inteligencia comenzó hace más de un mes.

Durante años, el Reino Unido -que controla varios territorios en el Caribe donde mantiene bases de inteligencia- ha ayudado a EE. UU. a localizar embarcaciones sospechosas de transportar drogas para que la Guardia Costera estadounidense pudiera interceptarlas, indicaron las fuentes al medio. Esto implicaba que las embarcaciones fueran detenidas, abordadas, su tripulación arrestada y la droga incautada.

La información de inteligencia se enviaba habitualmente al Grupo de Trabajo Interinstitucional Conjunto Sur (JITAS), un grupo de trabajo con base en Florida que incluye representantes de varios países socios y trabaja para reducir el narcotráfico.

Pero todo la relación cambió después de que Estados Unidos comenzara a lanzar ataques letales contra las embarcaciones sospechosas de transportar drogas, por parte de grupos como el Tren de Aragua, según el medio. Fue entonces cuando el Reino Unido expresó su preocupación de que Estados Unidos pudiera utilizar la inteligencia proporcionada por los británicos para seleccionar objetivos.

La decisión del Reino Unido supone una ruptura significativa con uno de sus aliados más cercano e importante socio en el intercambio de inteligencia, en un momento de conflicto, además, a los dos lados del Atlántico. La razón: la crisis en la BBC, la cadena pública británica, por haber emitido unas declaraciones mal editadas de Trump referidas al asalto mortal al Capitolio, en 2021. 

Pero el paso de Londres es tan significativo que ya tiene efecto arrastre: nada más conocerse la noticia de la CNN, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha ordenado «suspender el envío de comunicaciones y otros tratos con agencias de seguridad estadounidenses» hasta que cesen los ataques de ese país contra lanchas que supuestamente transportan droga en aguas del Caribe y el Pacífico.

«Se da orden a todos los niveles de la inteligencia de la fuerza pública suspender envío de comunicaciones y otros tratos con agencias de seguridad estadounidenses», escribió Petro en X.

El mandatario explicó que «tal medida se mantendrá mientras se mantenga el ataque con misiles a lanchas en el Caribe», y agregó: «La lucha contra las drogas debe subordinarse a los derechos humanos del pueblo caribeño».

En los últimos meses, Petro ha endurecido sus críticas hacia su homólogo estadounidense y ha acusado a ese país de cometer «asesinatos» y «crímenes de guerra» en su ofensiva antidrogas, primero en el Caribe y luego en el Pacífico.

Venezuela se blinda

En paralelo a estas novedades, Venezuela mueve ficha: su presidente, Nicolás Maduro, ha ordenado esta madrugada crear los comandos de defensa integral -que agruparán a ciudadanos, militares y funcionarios públicos- para «estar preparados» en caso de una «lucha armada», en un contexto marcado por la «amenaza» que, según el mandatario, representa el despliegue militar de EEUU en el mar Caribe, cerca de su país.

Según la Armada estadounidense, el portaaviones más grande del Pentágono, el USS Gerald R. Ford, y su grupo de ataque -más de 4.000 marineros y decenas de aeronaves tácticas- llegó a Latinoamérica este martes.

El jefe de Estado venezolano dio la orden al firmar la Ley del Comando para la Defensa Integral de la Nación, aprobada este mismo martes por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlada por el chavismo, que establece los objetivos, características y funciones de estos cuerpos.

«Debe activarse la orden para que los comandos de defensa integral se instituyan, se estructuren y entren al trabajo para estar preparados, si nos tocara como república, como pueblo, ir a la lucha armada para defender esta sagrada herencia de los libertadores y libertadoras, estar listos para ganar, para triunfar, por el camino del patriotismo y la valentía», expresó Maduro.

En un acto en el Palacio de Miraflores -sede del Ejecutivo, en Caracas-, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el líder del chavismo señaló que, en estas últimas «catorce semanas de locura criminal imperial» y de «guerra psicológica permanente», el país suramericano ha «dado pasos» en el ámbito militar y en el institucional.

Ante «estas amenazas», según Maduro, se ha fortalecido la capacidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para «cualquier escenario» y se ha preparado a «todo el país, en perfecta fusión popular-militar-policial», con el objetivo, sostuvo, de «estar listos, prestos y preparados» para «pasar de la lucha no armada a la lucha armada libertadora y victoriosa».

En ese proceso, señaló que se alistaron «más de ocho» millones de venezolanos en la Milicia y ha habido jornadas de entrenamiento de ciudadanos sobre «técnicas militares» y de despliegue de la FANB «estado por estado».

La nueva ley, según lo leído en su proceso de discusión, indica que un comando de defensa integral «es una dependencia adscrita» al Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb) que «tiene como misión integrar, planificar, articular, coordinar, dirigir, supervisar y ejercer el control» de los llamados Órganos de Dirección para la Defensa Integral (ODDI).

Entre sus actividades, señala «apoyar operaciones militares», así como «velar por la continuidad de las actividades productivas y el funcionamiento de servicios públicos esenciales e infraestructura crítica, una vez decretada la movilización».

El Gobierno venezolano anunció n nuevo despliegue militar que incluye «medios terrestres, aéreos, navales, fluviales», además de sistemas de armas y otros para enfrentar las que considera como «amenazas imperiales».