Momentos de tensión y preocupación en lo que debía ser un acto de presentación de la nueva máxima responsable de la sanidad en Suecia. Y que, afortunadamente, se quedaron en un asunto sin mayores daños que lamentar. Ocurrió durante el discurso inaugural, de toma de posesión, de la nueva ministra de Sanidad, Elisabet Lann, quien daba el relevo a su compañera de partido democristiano Acko Ankarberg, que había dimitido el día antes en un gesto de defensa de la conciliación familiar.
En el que representaba uno de los grandes momentos de su carrera política, con el traspaso de carteras realizado, Lann dejó claras sus líneas maestras como nueva ministra de Sanidad, en ese tipo de declaraciones en las que los políticos aseguran que están listos para afrontar la responsabilidad del cargo. También mostró su agradecimiento al primer ministro, Ulf Kristersson, por la confianza depositada en ella.
Expuso sus líneas maestras y objetivos para la cartera que ahora ostenta, fundamentalmente el reto de rebajar los tiempos de espera en la atención médica además de ahondar en un acceso a la sanidad en condiciones de igualdad para todos los ciudadanos. Pero, con todos los aspectos protocolarios y tópicos cumplidos, llegó el momento de pánico. Escasos minutos después de ese discurso inaugural, Lann se desmayó desplomándose sobre el atril, en una impactante caída que se ha viralizado.
Primeros auxilios para la ministra de Sanidad
En el momento en el que se produjo el desvanecimiento de la titular de Sanidad sueca, las personas que más cerca estaban para ayudarla eran, precisamente, sus compañeros de gabinete. La primera fue la que también es la lideresa de su formación. Ebba Busch, viceprimera ministra y ministra de Energía titular de la cartera de Energía, no ha dudado en bajar del escenario para ayudar a recoger a Lann. Le ha dado la vuelta y tratado de comprobar la gravedad del golpe.
En una especie de metáfora política difícil de obviar, a la ayuda de Busch se han sumado la del propio primer ministro Kristersson, pero también la del ministro de Asuntos Sociales Jakob Forssmed. Los periodistas presentes en las primeras filas tampoco han dudado en lanzarse a prestar ayuda. Cabe destacar que la ministra de Sanidad no ha sufrido daños de gravedad por la caída y ella misma pudo abandonar la sala sin necesidad de más ayuda.
Posteriormente, Lann explicó lo que había sucedido, indicando que se había debido a un bajón de azúcar. «Este no ha sido un martes normal y esto es lo que puede pasar cuando tienes niveles bajos de azúcar en la sangre», detalló, en la que puede haber sido su primer consejo de carácter sanitario -o ejemplo forzoso- con el que se estrena como ministra de Sanidad.