El terremoto que sacudió el pasado domingo el este de Afganistán ha terminado con la vida de al menos 2.205 personas y ha dejado al menos 3.640 heridos, según ha podido anunciar este jueves en un balance el Gobierno de los talibanes tras hacerse en 2021 con el control del país.
«Hasta la fecha, se han recuperado los cuerpos de los mártires, lo que eleva el número total de fallecidos confirmados a 2.205 y el de heridos a 3.640», afirmó en un mensaje en las redes sociales el portavoz adjunto de los talibanes, Hamdullah Fitrat.
Mientras que se estabiliza la situación, las labores de rescate y de socorro continúan por parte de los efectivos y autoridades pertinentes. Además, tal y como ha detallado el mismo portavoz, se ha puesto a disposición de los ciudadanos tiendas de campaña y «se está llevando a cabo la distribución organizada de asistencia humanitaria primaria y urgente».
Se trata de una de las peores tragedias del país en décadas, así como uno de los terremotos más graves del país, superando el sucedido en octubre de 2023, que terminó con un total de más de 1.500 fallecidos, según cifras otorgadas por el Gobierno talibán.
A medida que pasan las horas se vuelve menos improbable encontrar bajo los escombros algún superviviente de la tragedia, especialmente en la zona cero del terremoto. Desde el Consejo Noruego para los Refugiados han advertido de la grave situación que afronta ahora el país, que ya de por sí vivía «al límite» y que lleva arrastras varias crisis humanitarias.
Cabe destacar que las labores de rescate se han complicado debido a varias réplicas del terremoto registradas en la zona, incluyendo un seísmo de magnitud 4,7 en el este de Jalabad, capital de la provincia de Nangarhar, tal y como ha adelantado el Servicio Geológico de Estados Unidos.