El secretario general del PP, Miguel Tellado, ha elevado el tono -otra vez- tras el asesinato del activista trumpista Charlie Kirk en un acto en la universidad de Utah este miércoles. Después de que el líder de su partido mandase sus mejores deseos a Kirk antes de que se confirmase su muerte, Tellado fue más allá y trató de abrir un debate en Twitter con la siguiente pregunta: “¿Qué pasaría en España si una persona de ultraderecha asesinara a tiros a un activista de izquierdas? ¿Qué pasaría si un ciudadano español de piel blanca asesinara a una mujer de procedencia extranjera y otro color de piel?”.
En una publicación en su perfil y a pesar de que aún no hay datos sobre el tirador, Tellado se hace esas preguntas y continúa su reflexión: “El silencio ante la barbarie es lo que prende la llama de la crispación y la polarización. La violencia no tiene cabida en una democracia que se precie de serlo y hay que condenarla siempre, venga de quien venga”, señala tras preguntarse qué pasaría si alguien de ultraderecha asesinase a un activista o un español asesinara a una mujer extranjera. “Desde el PP condenamos enérgicamente el atroz asesinato de Charlie Kirk y nos unimos al dolor de su familia y la conmoción de su país. Como también condenamos el vil asesinato de Iryna Zarutska, una joven refugiada ucraniana que había huido de la guerra en su país y fue apuñalada mortalmente en un tren en EE.UU”, señala.
Las respuestas no han tardado en llegar. La politóloga Carolina Alonso ha contestado en otra publicación que “en España un militar retirado hablaba de fusilar a 26 millones de HP, Iglesias recibió balas en un sobre y un tirador colgó un vídeo disparando la foto de Pedro Sánchez, a diario amenazáis o perseguís a alguien de izquierdas o a un inmigrante. Sois un peligro para la convivencia”.
No ha sido la única respuesta en este sentido. Otros usuarios han querido recordar al secretario general del PP casos como el de Carlos Palomino, el joven antifascista asesinado en el metro por un neonazi en 2007 o el de Lucrecia Pérez, la mujer dominicana asesinada por neonazis en 1992. También le recuerdan el asesinato en 1993 de Guillem Agulló, asesinado también por la extrema derecha. Y no solo eso: hace solo un año, PP y Vox eliminaron el premio contra los delitos de odio que llevaba el nombre de este antifascista valenciano.