Unas 250 caravanas de una comunidad evangélica nómada irrumpieron en tan solo dos horas en el pueblo francés de Les Mesneux, cercano a la ciudad de Reims y de apenas 960 personas, instalándose en terrenos pertenecientes a la Cámara de Comercio e Industria.
Esto ha pillado por sorpresa a la alcaldesa del pequeño municipio, Anny Dessoy, y su equipo, que presenciaron atónitos la llegada que, aunque se ha producido en terreno del Estados, la responsabilidad de gestionar la llegada inesperada de esta comunidad viajera recae en manos de la alcaldesa, según ha informado France 3 Régions. «¡Tuvimos que gestionarlo todo!», aseguró.
«Aunque tengo al subprefecto de Reims al teléfono varias veces al día, éramos mi adjunto y yo quienes teníamos que llamar para solicitar la instalación de contenedores de basura. También nos corresponde planificar la matriculación de los niños de un día para otro en la escuela. Lo cual resultó imposible», explicó.
Matricular a los menores el primer día de clases, como exige la ley, no fue posible debido a que las aulas ya estaban llenas, con 27 alumnos por clase, señaló la alcaldesa. Debido a esto, la junta escolar envió a un maestro para dar clases a cinco niños. «Encontramos una pequeña sala y algunas mesas para acomodarlos», contó el funcionario electo al medio francés.
«Como se trata de un terreno privado que fue invadido sin permiso, no se prevé ninguna conexión sanitaria», apuntó la alcaldesa. Dessoy agregó que la relación con el pastor de la comunidad es «muy cordial». Sin embargo, confiesa que no disponen de una zona de acogida ni recursos adecuados para el volumen de personas que ha irrumpido en el pueblo.
La alcaldesa dijo, además, que desde la llegada de los viajeros ha recibido «50 llamadas diarias de residentes quejándose de la presencia de caravanas en el límite de su propiedad, junto a su valla, y de las molestias a las que están expuestos».